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Ser utilero es un trabajo de orgullo para Franqui

El entreno está por comenzar y todo se encuentra en su lugar, listo para que los jugadores utilicen la ropa, zapatos, pelotas, conos y, por supuesto el hidratante. Así es el trabajo de un utilero, una actividad indispensable en el futbol moderno.

Franqui López cumple con su labor vital en el Xelajú MC como es cuidar cada detalles de la utilería. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).

Franqui López cumple con su labor vital en el Xelajú MC como es cuidar cada detalles de la utilería. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).

Franqui López Xiloj, de 24 años, está muy agradecido con la vida y el futbol. Trabajar durante seis años como utilero, en el club social y deportivo Xelajú MC, ha sido una bendición para su familia.

De ese empleo, que consiste en acarrear balones, ordenar zapatos, barrer y limpiar el camerino, todos los días, ha sacado provecho tanto para él como para su esposa y sus hijos Yeffren y Mayelin.

López Xiloj ha sido testigo de alegrías y desánimos por los resultados del equipo, pero, como todo trabajador, debe asumir temple y tranquilidad para seguir adelante.

El utilero explica que trabajar en el club es algo que buscaba desde hacía tiempo, incluso, aunque no había sido contratado, llegaba al estadio Mario Composeco para ayudar.

Con ese trabajo logró apoyar a su esposa para que estudiara Enfermería. “Gracias a Dios, por este trabajo es con el cual sostengo a mi familia. Además, considero que he sobresalido en lo personal”.

“Con mi trabajo he logrado hacer muchas cosas y espero en Dios continuar, para sostener a mis dos hijos cuando les toque ir a la escuela”, comenta al finalizar un día de trabajo con el plantel chivo.

Lejos de casa

Como en todo trabajo, en el de utilero hay momentos de tristeza, y para López Xiloj lo más lamentable fue no estar presente cuando nació su hija, ya que se encontraba en Monterrey, México, cuando el Xelajú MC jugó en la competencia de la Liga de Campeones de la Concacaf.

“Me fui con todo el equipo en el partido contra Monterrey. Al finalizar me llamaron diciéndome que mi hija había nacido. Ese es el momento más triste porque quería estar presente, pero tuve que trabajar. Estoy consciente des que hay que esforzarse para que la familia esté bien, y cumplir en el trabajo”, dice.

Cuando renunció el anterior utilero, López Xiloj tuvo la oportunidad de integrar el equipo de Xelajú y uno de sus máximos momentos de alegría fue ser testigo del triunfo en un campeonato y subcampeonato de la Liga Nacional y uno de copa.

“Venía antes a ayudar a Willy —Oroxom— después de mis estudios. El compañero que estaba antes renunció y me dieron la oportunidad. Gracias a Dios y al futbol es que tengo trabajo”, resalta.

López Xiloj es originario de Quetzaltenango y es el mayor de dos hermanos. Estudió Bachillerato en Ciencias y Letras y encontró en el futbol la forma de llevar el sustento a casa.

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