La eliminación de Comunicaciones a manos de Marquense en los cuartos de final del Clausura 2025 no solo significó un duro golpe deportivo, sino también dejó escenas preocupantes en el Estadio Cementos Progreso. Una vez finalizado el encuentro, varios aficionados ingresaron sin mayor resistencia al terreno de juego para encarar a los jugadores, generando un momento de tensión inédito en este torneo.

Lo más alarmante fue lo fácil que resultó para los seguidores del club albo burlar las débiles medidas de seguridad. La invasión fue inmediata tras el pitazo final y, en cuestión de segundos, un grupo numeroso ya estaba dentro del campo, corriendo con dirección a los camerinos para buscar a los futbolistas.

Pero antes de que lograran su objetivo, fueron los propios jugadores quienes intervinieron. José Manuel Contreras, Steven Robles y Fredy Pérez se interpusieron entre los aficionados y el túnel, actuando como escudo humano para evitar una situación aún más caótica. Su acción fue clave para contener la furia de los hinchas y evitar que el problema escalara.

Contreras, como capitán, asumió el liderazgo en medio del caos. Con brazos extendidos y palabras directas, intentó calmar a los fanáticos visiblemente molestos. Robles y Pérez lo acompañaron en ese esfuerzo, mientras otros compañeros optaron por correr directamente al vestuario ante el peligro inminente.

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La escena fue tan impactante como preocupante: jugadores frenando a su propia afición, en un estadio sin presencia visible de fuerzas de seguridad. Ni un solo agente policial apareció para controlar la situación, lo que dejó en evidencia las fallas graves en el protocolo de seguridad del recinto.

En redes sociales comenzaron a circular videos del momento exacto en que los aficionados entran a la cancha y son detenidos por los futbolistas. Las imágenes rápidamente se viralizaron, con decenas de usuarios denunciando la pasividad con la que se manejó una situación de alto riesgo.

Lo ocurrido refleja no solo el descontento profundo que vive la afición crema tras un nuevo fracaso, sino también una grave crisis institucional en cuanto a manejo de seguridad y orden. El estadio Cementos Progreso quedó expuesto como un recinto vulnerable ante episodios de esta magnitud.

Mientras Marquense celebra su histórica clasificación a semifinales, Comunicaciones vive un terremoto interno. El resultado en la cancha fue solo el comienzo de una noche que terminó con insultos, reclamos y una hinchada que estalló en la gramilla.