Hace nueve años recibió una invitación que le cambiaría la vida, la federación estadounidense de pentatlón moderno le ofreció participar en un curso de jueces internacionales que se realizaría en ese país durante una copa del mundo, el objetivo era formar mujeres jueces en el área, pues no había.
“Me encanta el ambiente del deporte, toda mi vida lo hizo, puedo seguir viviendo estas emociones. Ver a los competidores y sentirme activa por medio del jueceo”, confesó Orellana.
En el 2002, la Unión Internacional de Pentatlón Moderno (UIPM) la incluyó en un curso de jueces élite, para participar en eventos de más categoría.
Su trabajo en las competencias élite consiste en los cinco eventos del pentatlón —equitación, natación, esgrima y la prueba combinada de tiro y carrera—.
Ana Ruth Orellana tiene nueve años de experiencia como jueza internacional tiene la exatleta de esgrima
Es la UIPM la que designa a los jueces que tendrán presencia en las competencias y el buen trabajo que ha realizado Orellana en las copas del mundo, campeonatos mundiales y Juegos Panamericanos, le ha valido para estar presente en Río.
“Es un sueño poder estar en Río y representar a Guatemala y a las mujeres, porque la verdad ha costado abrirse campo, ya que a los hombres en muchas ocasiones no les gusta que una mujer los juzgue. Para mí es un honor poder estar allí, es la culminación de años de trabajar en el deporte, ya que lo viví como atleta y ahora como juez”, resaltó la jueza internacional.
La prueba
El camino no ha sido fácil ya que ha tenido que romper los prejuicios de que las mujeres no pueden juzgar.
Cuando realizó su examen élite de pentlatlón lo hizo durante la Copa del Mundo de Hungría, donde además de realizar un examen escrito tenía que hacer pruebas prácticas. El jefe de jueces le designaba los eventos, pero al tercer día cuando le pidió estar en esgrima para poder completar su prueba, él le dijo “acá no se puede, porque esto es una copa del mundo y las mujeres no son buenas para juecear”. Esas palabras la indignaron, pero otros jueces le dieron la oportunidad de hacerlo en su pista y demostrarle su capacidad.
Orellana considera que el pentatlón guatemalteco vive una generación dorada con posibilidades de traer una medalla olímpica con Charles Fernández e Isabel Brand, quienes aunque son de los atletas más jóvenes tiene un gran potencial.