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¡Dale Juan!, ¡Dale Delpo!… Así se vivió la final del tenis masculino

La atmósfera es indescriptible, pero intentaré hacerle justicia. El ruido es ensordecedor, incluso cuando el partido entre Juan Martín del Potro y Andy Murray aún no ha empezado. 

El celeste y blanco sobresale, especialmente por el bullicio y la alegría de los argentinos.

Se ven incluso camisolas con el 10 de Messi, aunque el deporte es totalmente diferente. Pelucas y sobretodo banderas.
“¡Dale Juan!”, se escucha al lado este del court 1 del Parque Olímpico, mientras un grupo de unos siete aficionados grita: “¡Vamos Delpo dale!”.

Cuando Del Potro aparece en la cancha, la afición enloquece. Todos sacan sus celulares y lo fotografían como si no hubiera mañana. Él los saluda. Quizás el 80 por ciento de los presentes lo apoyan a él.

La presión llega para Andy Murray cuando es su turno de salir y los abucheos bajan en gran cantidad desde las gradas. Se escucha uno que otro “Let´s go, Murray!”, pero el saludo es frío en comparación con el de los sudamericanos.

La tónica se mantiene. En cada error de Murray, los seguidores de Juan Martín celebran de manera escandalosa. Murray se muestra molesto por momentos, pero no pierde la concentración. Caso distinto el de Delpo, quien con tanto apoyo, en momentos, pareció un poco abrumado.

Finalmente fue el exponente británico quien se quedó con la presea de oro, pero el público de igual manera ovacionó a Juan Martín, después de un partidazo digno de una final olímpica.

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