En el estadio Al Bayt, a unos 50 kilómetros al norte de Doha, comenzó la 22ª edición del Mundial, la primera en un país árabe, poniendo fin a los 4 mil 371 días que han pasado desde que la FIFA eligiera en diciembre de 2010 al emirato como sede del gran torneo.
“Bienvenidos a la Copa del mundo árabe”, tituló el diario catarí Al-Sharq este domingo, mientras grupos de hinchas extranjeros, cada vez más numerosos, paseaban por La Corniche, el paseo turístico de la bahía de Doha. A unos kilómetros, en la oficina central de venta de entradas, las filas de compradores aumentan como no lo habían hecho desde su apertura a mediados de octubre.
Las personalidades han comenzado a llegar, desde el presidente senegalés Macky Sall al príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed ben Salmane, a una horas de una ceremonia de apertura que mezclará “tradición catarí y cultura universal” y que intentará tener una dimensión propia de los Juegos Olímpicos.
El Mundial de Qatar 2022 es una competición también inusual porque llega en el tramo inicial de las competiciones europeas en lugar de al final, como es habitual.
Francia ha ido perdiendo su etiqueta de favorita a golpe de bajas por lesión. Sin el mediocentro que le sirvió para construir su título en Rusia, formado por Paul Pogba y N’Golo Kante, el sábado sufrió la baja de Karim Benzema, actual Balón de Oro, por una lesión en un entrenamiento.
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Sin el mejor jugador del mundo la responsabilidad caerá en Kylian Mbappé, escoltado por Antoine Griezmann, para que los Bleus intenten emular a Italia (1934 y 1938) y al Brasil de Pelé (1958 y 1962) como únicos equipos que conservaron su título.
Qatar 2022 será la oportunidad para que un equipo sudamericano recupere la Copa, siempre europea desde que la lograra el Brasil de Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho en 2002.
La Canarinha, última en aterrizar en Qatar, es la primera en las apuestas, con el hexacampeonato en el punto de mira tras la sequía de dos décadas. Tite ha construido un equipo puntero en todas sus líneas coronado por un Neymar que llega en gran momento.
Sin embargo, su gran rival, Argentina, se presenta con una racha de 36 partidos invicta, habiendo roto el ciclo de tres finales perdidas con el triunfo en la Copa América 2021 y un Messi maduro a los 35 años, rodeado de un grupo joven y positivo, liderado por Lionel Scaloni.
Las potencias europeas no llegan en su mejor momento pero nadie se fía de Alemania, Inglaterra, Bélgica o España, que apuesta por la juventud de talentos como Pedri, Gavi o Ansu Fati.
Se echará de menos a Italia, ausente por segunda vez consecutiva, pero sí estarán a la búsqueda de la sorpresa Portugal y Croacia, en el último baile de Cristiano Ronaldo y Luka Modric, ambos de 37 años.
En el caliente otoño catarí, el fútbol conocerá a su nuevo rey mundial el 18 de diciembre en la final que se disputará en el dorado estadio de Lusail.