“Fue todo muy ‘loco’ pero ahora el auto es una cábala (amuleto), con el sueño que tenemos de dar la vuelta olímpica”, relata a la AFP Carlos Baliña, un comerciante de 47 años.
Inspirado en una idea de una hija y un hijo diseñadores, Baliña se vino a la capital argentina con su creación desde la ciudad de Tres Arroyos, a 450 km al sudoeste, en plena pampa húmeda, reino de la soja, el trigo y la ganadería.
Baliña y su familiar tardaron 30 días en ‘plotear’ el vehículo. Después emprendieron el viaje.
“Cuando veníamos en la autopista la gente nos saludaba con banderas, con cantitos, con gritos”, cuenta el aficionado.
La carrocería muestra los rostros de Messi y Maradona en la parte delantera. En el techo está dibujado un gran sol, como el de la bandera nacional. No quedó ni un centímetro sin pintar.
En un lateral está la imagen del capitán argentino en el Mundial mientras besa la Copa América ganada en Brasil-2021, año en que se logró quebrar un hechizo de 28 años sin títulos de mayores.
En el otro lateral se lo ve a Maradona, emblema histórico de la Albiceleste, en momentos en que levanta la Copa del Mundo en México-1986, cuando llegó a la cumbre del futbol internacional.
“Ojalá Messi lo vea y pueda poner su firma en el auto”, dice el emprendedor como una de sus mayores ambiciones.
Messi y su Argentina vencieron este miércoles 30 de noviembre a Polonia 2-0 y enfrentará a Australia en los octavos de final del Mundial.
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