La salud del señor Palacios Flores se ha complicado en los últimos años, pues ha estado perdiendo la vista a causa de un glaucoma; además padece de hipertensión y diabetes. Desde hace un año inicio el trámite de solicitud de una pensión por parte del Gobierno, pero hasta el momento ha tenido una respuesta negativa por parte de las autoridades.
El nombre de Teodoro Palacios Flores está inmortalizado en el gimnasio nacional, en la zona 5, y su marca de 2.10 metros en el salto altura ha permanecido como récord del país desde 1960.
Junto a esto, tres medallas de oro (Caracas 1959, Kingston 1962 y San Juan 1966) y una de plata (Panamá 1970) en Juegos Centroamericanos y del Caribe; otra de plata (Sao Paulo 1963) en Juegos Panamericanos y una de oro en un Campeonato Iberoamericano (1960) han hecho de este izabalense una auténtica leyenda viviente.
Obligado a emigrar a Estados Unidos en 1970, Palacios completó su educación básica y universitaria en Chicago, Illinois, donde obtuvo una licenciatura y una maestría en educación bilingüe.
Durante más de tres décadas trabajó en instituciones como la universidad y el ayuntamiento de esa localidad, y se dedicó a apoyar a los migrantes hispanos. Desde que regresó, en el 2000, Teodoro Palacios se ha mantenido ligado al deporte, como motivador, y trabajando en una fundación que brinda implementos deportivos a niños de escasos recursos.