“Siempre me he enfocado en lo colectivo, no tanto en lo individual; sin embargo, siempre es bueno saber las estadísticas que se han alcanzado. Soy honesto, me sorprende el dato porque no siempre he jugado como atacante”, admite el Patrullero 77, quien es el tercer mejor anotador de la Liga, por detrás de los mexicanos Carlos Kamiani Félix —149— y Agustín Herrera —93—.
Sello anotador
Su estreno en el máximo circuito futbolístico del país fue de ensueño. Tenía 19 años y una enorme ilusión por desarrollarse en el mundo del balompié.
El entrenador uruguayo Antonio Alzamendi se había fijado en él cuando estaba en la categoría especial de Comunicaciones.
Allí logró instalar un récord, ya que se convirtió en el primer jugador en proclamarse tres veces campeón goleador.
“Tenía 17 años cuando llegué a la especial crema. Iván Franco Sopegno era mi entrenador. Me observó durante una prueba a la que me llevó mi padre —Armando—”, recuerda el jugador, que nació en Villa Nueva y creció en Cuilapa, Santa Rosa.
El domingo 30 de enero del 2005 los albos se medirían contra Marquense. En el entreno anterior Arreola había recibido la notificación de que sería convocado. Su gran amigo de mil batallas, José el Moyo Contreras, también figuraba en el listado.
El delantero costarricense Johnny Cubero —minuto 47— y Saúl de Matta —51 y 67— habían puesto a ganar a los cremas en el estadio La Pedrera —Cementos Progreso— contra un cuadro que no ponía resistencia.
Jairo Randolfo esperaba ansioso en la banca la oportunidad de disputar su primer partido como jugador profesional.
Héctor Aguirre, quien sustituyó a Wálter Alegría, fue el primer cambio que hizo Alzamendi.
La ansiedad y los nervios se apoderaron del entonces delantero cuando se percató de que sería la segunda variante. Ocupó el lugar de Cubero. Transcurría el minuto 73.
Tenía cuatro minutos en la cancha cuando redobló su felicidad. “Debuté y anoté. Fue algo muy especial”, señala, mientras ata las cintas de sus zapatos blancos, después de haberse ejercitado con el monarca Antigua GFC en el estadio Pensativo.
“Estoy muy contento en Antigua. Espero seguir contribuyendo a la historia del club”, indica el futbolista de 32 años, quien aún no piensa en el retiro.
“Aún hay futbol en mis piernas. Quiero seguir aportando. No pienso en el retiro todavía”, asegura.