Así lo revelan cifras actualizadas del Instituto Nacional de Electrificación (INDE) sobre el potencial hidroeléctrico para Guatemala.
Según el estudio, en el país se pueden construir hasta 23 nuevas grandes centrales hidroeléctricas, y aprovechar el caudal de muchos ríos, sin perjudicar el medio ambiente y garantizar al país de energía limpia y barata.
Entre estos proyectos se encuentran las hidroeléctricas de Xalalá, Serchil y Chulac, en el norte del país y cada una con un potencial de generación que va de los 180 a más de 400 MW. Sólo para Xalalá se requiere de unos US$450 millones.
Otra inversión vital en este sector, según el INDE, será la del río Usumacinta, en Petén, que podría generar más de mil MW. De hecho, esa hidroeléctrica podría implicar una inversión conjunta entre los gobiernos de Guatemala y México.
En la categoría de pequeñas y medianas hidroeléctricas se calcula que hay hasta 30 proyectos con potencial de ejecución.
Estas inversiones podrían generar hasta 833 MW. También se han identificado otras iniciativas a nivel municipal y que pueden adaptarse a las necesidades de poblaciones pequeñas y aisladas.
Al borde de la capacidad
Para Marinus Boer, gerente general del INDE, la construcción de más proyectos hidroeléctricos vendrá a coadyuvar a la oferta de energía en el país, ya que la demanda crece a razón de cien MW por año.
Actualmente, la demanda nacional de energía es de mil 500 MW y la oferta de mil 660 MW, según la estacionalidad.
Así también, las hidroeléctricas se convierten en una opción viable ante las constantes alzas internacionales del petróleo, materia prima para 65 por ciento de la electricidad que se genera en Guatemala.
La mayoría de hidroeléctricas logran mantener precios de generación por debajo de los cuatro centavos de dólar (Q0.30) por kilovatio hora (kWh), mientras que una planta térmica —operada por búnker— ubica su costo de generación por encima de los ocho centavos de dólar (Q0.60) por kWh.
Emmanuel Seidner, comisionado presidencial adjunto para la competitividad, opinó que las inversiones en el sector eléctrico también forman parte de una visión que busca convertir al país en un polo energético regional.
Cifra
3,362
megavatios (MW) adicionales podrían generar nuevos proyectos hidráulicos de gran envergadura.