“En los últimos años, se ha debilitado el ímpetu para las conquistas sociales en América Latina y el Caribe”, explicó Louise Cord, gerente para la región en la Práctica Global para la Pobreza del BM, durante la presentación en Washington del informe “Trabajar por el fin de la pobreza en América Latina y el Caribe”.
Cord subrayó que, “a medida que el auge de las materias primas se desvanece, la importancia de redoblar los esfuerzos regionales para promover un crecimiento más inclusivo y reducir la pobreza se vuelve más crítico”.
Así lo muestran las cifras, que apuntan a que el ritmo de reducción de la pobreza en Latinoamérica se ha desacelerado notablemente en los últimos años, al pasar del 5.7% anual de comienzos de siglo al actual 4.1%.
Según los últimos datos del organismo internacional, la pobreza en la región -aquellas personas que viven con menos de US$4 al día- pasó del 25.3% en 2012 al 24.3% en 2013; mientras que la pobreza extrema -vivir con menos de US$2.5 al día- pasó del 12.2% en 2012 al 11.5% en 2013.
Más de la mitad de la población que vive en situación de pobreza reside en los dos mayores países de la región: Brasil, con el 30.4%, y México, con un 24.6%.
Expansión de clase media detenida
En paralelo, el BM señaló que también parece haberse detenido uno de los grandes logros regionales en lo que va de siglo, la creciente incorporación de población a la clase media -aquellos que viven con entre US$10 y US$50 al día-, que ha pasado de representar el 21.3% en 2003 al 35% en 2013.
De hecho, existe una considerable preocupación por el grupo poblacional considerado “vulnerable”, aquellos que viven con entre US$4 y US$10 dólares al día, y que corren riesgo de volver a caer en la pobreza.
“El 40% de la población en Latinoamérica está al borde de pasar de ser casi clase media a regresar a la pobreza, lo que conlleva enormes implicaciones para los países de bajos ingresos”, sostuvo Eric Farnsworth, vicepresidente del centro de estudios Council of the Americas (Consejo de las Américas), que acogió la presentación del informe.
Estas tendencias son especialmente llamativas si se las contrasta con el sombrío panorama de crecimiento económico en el corto plazo.
De acuerdo con las últimas proyecciones del BM, la economía latinoamericana crecerá un 0.8% este año, después de haberse expandido apenas un 1.2% en 2014, en su quinto año de desaceleración consecutiva.
Los expertos recalcan que se trata de un ritmo muy por debajo del crecimiento registrado previamente por encima del 4% de media anual contabilizado entre 2004 y 2011, con la excepción de la contracción de 2009 como consecuencia del estallido de la crisis financiera global.
Otro aspecto clave, y sobre el que el estudio hace especial hincapié, es que las ganancias se han apoyado en mejoras salariales, pero no en una incorporación mayor al mercado laboral por parte de los trabajadores no cualificados y menos favorecidos.
“En general, la tasa de participación laboral para hombres y mujeres en edad laboral del 40% más pobre descendió un 1.6% entre 2003 y 2013, mientras que aumentó un 4.4% entre los trabajadores del 60% más rico”, aseguró el documento.
De ahí que Cord instase a los gobiernos latinoamericanos a “mitigar los obstáculos que enfrentan los pobres para participar en el mercado laboral y seguir mejorando su acceso a una educación de calidad y a sectores de mayor productividad”.