¿Cuál es la primera reacción al anuncio?
Hay que entender que se habla de que la Ley está suspendida, pero hasta el momento no hay nada por escrito firmado.
La Ley está vigente y hasta que no aparezca publicada en el diario oficial no se puede dar por sentado que la norma esté totalmente suspendida.
Cuando aparezca la publicación, los bancos van a analizar qué es lo que suspendieron y tomarán las medidas convenientes.
Por el momento, se desconoce desde qué fecha es la suspensión.
¿Cuál cree que es el futuro de la normativa?
Creemos que la norma será suspendida completamente.
Pero antes de que esto suceda, pensamos que los nuevos magistrados que entren en funciones a partir del 14 de abril la van a tener que analizar nuevamente, para ver si la suspenden definitivamente o no.
Mientras esté suspendida, los bancos van a poder reactivar productos como las visa cuotas y el resto de programas que ofrecían con anterioridad.
Nadie ha tocado nada, porque no se sabe desde cuándo aplica la suspensión.
¿Podrían regresar a los cobros o acciones anteriores a la Ley?
No puedo hablar por los emisores, pero lo que creo que va a pasar es que los mismos bancos van a actuar como si la Ley estuviera.
Es decir, van a empezar a regularse ellos mismos y, de hecho, lo que se quiere es promover una norma que regule la forma cómo se debe operar la tarjeta de crédito.
Cosas como cobros exagerados se van a analizar, y los terceros que cobren van a recibir instrucciones sobre cómo atender a los clientes.
¿Qué pasará con el mercado?
Esto marcó un hito en la historia de las tarjetas de crédito en Guatemala.
Los bancos están de acuerdo en que se tenga una Ley técnica.
También redefinirán su estrategia de colocación de tarjetas, acorde a sus análisis de riesgo.
Con esta experiencia la ganaron industria, bancos y tarjetahabientes.