En este 2023, esperan a más 130 mil visitantes, quienes en promedio gastan Q200 por persona, por lo que la derrama económica asciende hasta a Q26 millones, en el flujo en comercios, tanto formales como informales, explicó Julio Asturias, presidente del Comité Permanente de Barriletes de Sumpango.
El total de ingresos se mueve entre los comerciantes, lo que ha generado cierta inconformidad de los barrileteros porque ellos no son alcanzados por este flujo económico y “solo les queda el orgullo y satisfacción de decir: esto se hizo en Sumpango”.
Así lo explicó Carlos Enrique Cubur, alcalde de Sumpango, quien también fue barriletero y aseguró que los únicos que son beneficiados económicamente con este evento, son los comerciantes, desde el alquiler de sanitarios hasta la venta de comida.
Cubur ejemplificó el festival con una galería de arte, en donde se paga por entrar para apreciar las obras. De hecho, indicó que en 2020, cuando el evento se canceló por la pandemia, un grupo de barrileteros se organizó y expusieron en una finca privada, en donde los visitantes pagaron hasta Q200 por ingresar.
En este contexto, el año entrante discutirán, entre barrileteros, comité, comerciantes y Municipalidad, el como darle un giro a esta parte y crear una estrategia económica para que los artistas puedan ser beneficiados con una parte del flujo económico que se mueve este día.
“Si no hay barriletes, no hay evento”
De acuerdo con Cubur, son los barrileteros quiénes deben poner las condiciones y las reglas del juego, porque “si no hay barriletes, no hay evento”, apuntó indicando que la Municipalidad solo es el ente coordinador.
“No se trata de privatizar el evento, sino de fortalecer a los grupos que año con año se dedican a esto y no ganan más que la satisfacción y el orgullo de presentar un trabajo único en el mundo”, añadió.
El jefe edil explicó que como Municipalidad erogan al menos, entre Q250 mil a Q300 mil, en concepto de logística. “Qué más quisiéramos que esos fondos se fueran a los grupos, pero por temas de Contraloría, la comuna solo puede ofrecer productos y servicios a través de los procesos de Guatecompras”.
Además, compartió que el Ministerio de Cultura y Deportes no desembolsa ningún apoyo para el evento, y se ha propuesto que quedé dentro del presupuesto, pero no han logrado apoyos reales.
Asimismo, han resguardado el evento para que no se comercialice con marcas que quieran brindar un apoyo, pero llevarse todo el crédito del Festival.
Evalúan cobrar por la entrada
Julio Asturias, presidente del Comité Permanente de Barriletes de Sumpango, dijo que desde los inicios del Festival se ha tratado de dignificar al artista, pero ha sido un camino difícil.
Con la visión de implementarlo el año entrante, evalúan dinámicas para cobrar la entrada, pero es un tema complicado, porque el campo donde se realiza el evento es un espacio abierto con nueve accesos.
Además, la afluencia incrementa cada año y la fila de carros para entrar, usualmente llega hasta San Lucas.
Por el momento, tienen a la vista un tipo de prepago que incluya derecho a un parqueo, pero aún está en evaluación, así como el monto por derecho de entrada.
En este año, los barrileteros llegaron a un acuerdo por individual con los vendedores registrados en la Municipalidad de Sumpango, a quienes, al inicio, les solicitaron una colaboración de Q100 y luego le bajaron a Q50, cuota que pagarán el día del evento para luego ser repartido entre los más de 60 grupos de barrileteros y cada equipo dispondrá su forma de uso para el proyecto de 2024.
Además, durante el festival cobrarán a los vendedores ambulantes, que ese día incrementan y se desbordan.
Técnica única en el mundo
Esta tradición fue declarada Patrimonio Cultural de Guatemala por el Ministerio de Cultura y Deportes el 30 de octubre de 1998; también recibió la Orden del Patrimonio Cultural por el presidente Óscar Berger Perdomo.
Ahora, están en la fase final para que la técnica de elaboración de los barriletes gigantes de Sumpango sea declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Esta técnica artesanal es única en el mundo, pues en otros países también se hacen barriletes de grandes dimensiones pero industrialmente, empleando maquinaria, y para volarlos utilizan compresores para que se eleven.
