Bayer, fabricante de los criticados pesticidas llamados “asesinos de abejas”, había dado parte el jueves, sin mayores detalles, de contactos con Monsanto, fabricante de glifosato, principio activo del herbicida Roundup usado en muchos de sus granos transgénicos.
Bayer precisó que la propuesta representa un aumento de 37% de la cotización de la acción de Monsanto la víspera de la oferta, el 9 de mayo, aunque desde entonces el grupo basado en Saint-Louis (centro de Estados Unidos) ha tenido una valoración importante gracias a los rumores sobre los contactos de fusión/adquisición.
Monsanto también sufre de la caída de ventas de semillas transgénicas, debido a la reducción de ingresos de los agricultores y al fortalecimiento del dólar, particularmente en los países de América Latina.
La operación permitirá “crear una empresa líder en el sector de la agricultura, con capacidades excepcionales de innovación, en beneficio de los agricultores, de nuestro personal y de las comunidades donde estamos presentes”, sostuvo el presidente de Bayer, Werner Baumann, que asumió las riendas del grupo el 1º de mayo.
Bayer espera realizar con esa operación 1 mil 500 millones de economías en tres años y registrar un aumento de beneficios de 5% el primer año y de al menos 10% en los siguientes.
El sector agroquímico de Bayer ha registrado baja de ventas en los últimos meses.
Monsanto también sufre de la caída de ventas de semillas transgénicas, debido a la reducción de ingresos de los agricultores y al fortalecimiento del dólar, particularmente en los países de América Latina.
También se ha visto afectado por la polémica en Europa sobre el glifosato, un producto en la mira de campañas ecologistas.
La organización Greenpeace organizó el fin de semana pasado manifestaciones en varios países para exigir la prohibición de los pesticidas y de los organismos genéticamente modificados (OGM).
La fusión Bayer-Monsanto confirmaría la consolidación del el sector, con la fusión en curso entre los estadounidenses Dow Chemical y DuPont y la del suizo Syngenta con el chino ChemChina.
Syngenta había rechazado previamente avances de Monsanto.
Tras la negativa de Syngenta, Monsanto inició una amplia reestructuración que incluyó la supresión de 3 mil 600 empleos, 16% de su plantilla, así como el cierre de sitios de producción y la depreciación de activos.