Roth revolucionó la donación de riñones en todo el mundo mediante el uso de una teoría económica para aumentar la disponibilidad de los órganos.
BBC NEWS MUNDO
Cómo un economista ayudó a miles de personas a obtener el nuevo riñón que necesitaban desesperadamente
Quien haya necesitado un trasplante de riñón en los últimos años, su probabilidad de obtener uno ha mejorado dramáticamente gracias a un economista llamado Alvin Roth.
Los humanos tienen dos riñones, pero solo necesitan uno para funcionar, por lo que es posible una donación en vida.
Sin su intervención, las miles de personas al año que ahora reciben un nuevo riñón seguirían sufriendo, en diálisis o estarían muertas.
Donar un riñón es diferente a otros órganos ya que los humanos tenemos dos, pero solo necesitamos uno para vivir, por lo que es posible una donación en vida.
Es posible que desees darle a un ser querido que necesita un riñón uno de los tuyos, pero a menudo los tipos de riñón no coinciden.
Antes de la intervención de Roth, tendrías que haber esperado una donación de alguien que acababa de morir o continuar sin ella.
Su idea fue crear un “intercambio de riñones” en el que los pares de donantes con riñones que no coinciden se unen con otros pares que no coinciden para que todos puedan encontrar un receptor compatible.
Se han dado ejemplos de cadenas de donaciones, en las que se intercambian hasta 70 riñones en una cadena con 70 receptores.
Vender riñones es ilegal en todos los países, excepto en Irán, porque éticamente la mayoría de los gobiernos no quieren legalizar que las personas se extraigan partes del cuerpo por dinero.
“Los riñones son un mercado en el que en casi en todo el mundo no dejamos que los precios jueguen ningún papel“, dice Roth cuando nos reunimos.
Cuando le pregunto sobre la repercusión que ha tenido su “mercado”, responde con el ejemplo de lo que ocurre en Estados Unidos, donde cada año se encuentran alrededor de 1.000 riñones para personas que los necesitan.
El impacto de su idea hizo que Roth fuera merecedor del Premio Nobel de Economía.
Las preocupaciones de Alemania
Nos encontramos en Berlín, donde varios ganadores de premios Nobel y otras luminarias se reúnen para discutir el futuro de la atención médica. Alvin Roth está allí en parte porque Alemania es uno de los únicos países industrializados importantes donde el intercambio de riñones no es legal.
“Creo que las reglas y regulaciones burocráticas para los riñones como para cada mercado deben revisarse de vez en cuando a la luz de los nuevos desarrollos, y deben modernizarse y adaptarse a las capacidades actuales”, dice.
Cuando los contacté para preguntarles por qué no es legal, el Ministerio de Salud de Alemania me dijo que estaban planeando organizar un debate público sobre el tema, pero todavía no sabían cuando sería.
Roth dice que entiende las preocupaciones que justifican la prohibición alemana.
“Están preocupados por el tráfico de órganos“.
“Les preocupa que si yo llego y quiero donarte un riñón sea porque soy una persona pobre y desesperada y me pagaste por él. Pero, si tu hermano es quien quiere darte un riñón, no les preocupa”.
¿Venta de riñones?
Pero Roth también concibe una forma de que en el futuro las personas puedan recibir un pago por sus riñones.
Compara el debate con el que tuvieron en EE.UU. después de la Guerra de Vietnam, cuando el país cambió del servicio militar obligatorio a un ejército totalmente voluntario.
Alvin Roth imagina un futuro en el que las personas que deseen donar un riñón por dinero puedan ser concebidas como “héroes” por el Estado que recolectaría el riñón y lo distribuiría en la forma en que se distribuyen los órganos ahora, para que los riñones no se administren según la riqueza de quienes los reciben sino según las necesidades de los donantes de órganos.
Sin embargo, ofrecer incentivos financieros para los órganos es un argumento ético que muchos, tanto fuera como dentro del mundo médico, no aceptan.
Un programa piloto en el que se pagaron los costos médicos por donación o intercambio de riñones entre receptores en países de altos ingresos y donantes de países de ingresos bajos o medios no logró el apoyo de la Organización Mundial de la Salud.
Alvin Roth es partidario del programa y dice: “Es una pena cuando la gente muere a causa de la burocracia”.