Entre 2012 y 2015, habrían salido de la extrema pobreza en el mundo 200 millones de personas, de acuerdo con el BM.
“Aunque seguimos confiados que podremos erradicar la pobreza extrema para 2030, el último tramo será muy difícil porque estamos en medio de un periodo de bajo crecimiento global, el final del superciclo de las materias primas, la inminente subida de los tipos de interés, y la continuada salida de capital de los emergentes”, señaló Kim en rueda de prensa en Lima.
En concreto, remarcó que la recesión en América Latina, que se prevé cierre 2015 con una contracción de 0,3 %, supone “una amenaza para los batallados logros sociales” alcanzados tras la próspera década pasada.
Para Kim, la solución pasa “por adaptarse”, por lo que América Latina “deberá incrementar sus productividad, mejorar el acceso a educación de calidad, y asegurar que el estado es más eficaz a la hora de ofrecer servicios sociales”.
Productividad
En una conferencia durante el inicio de las reuniones anuales de los gobernadores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Kim afirmó que los países de la región “necesitan incrementar su productividad, un acceso a una educación de calidad y asegurar que el estado sea más eficiente en sus servicios sociales”.
Sugirió realizar reformas que aprovechen la apertura al mercado mundial para promover el crecimiento inclusivo.
Comentó que la reciente culminación de las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) “podría ayudar a impulsar el crecimiento de la región”.
El TPP, donde participan México, Chile y Perú con otros nueve países de la Cuenca del Pacífico, busca eliminar barreras comerciales, establece normas laborales y ambientales, y protege la propiedad intelectual de corporaciones multinacionales.
El Banco Mundial dijo la última semana que la expectativa de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2015 es de 0% y de 1% para 2016, aunque con un alto grado de incertidumbre.
El organismo también anunció el martes que cuatro años consecutivos de desaceleración económica comienzan a impactar de forma adversa en el empleo y el ingreso de las familias de Latinoamérica, en especial en Brasil y Argentina aunque también en Colombia y México “con menos intensidad”.
Luego de 48 años una capital de América Latina y el Caribe es la anfitriona de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En 1967 lo fue Río de Janeiro.