Según refirió Morales, las instalaciones estarán dotadas de un ciclotrón para su empleo en investigación y tratamiento médico, un reactor nuclear con fines de investigación y una planta de irradiación Gamma.
Está previsto que especialistas rusos se trasladen a Bolivia para trabajar en la puesta en marcha del centro nuclear.
La elección de El Alto para este proyecto fue anunciada ayer tras quedar descartada la ubicación inicial en el barrio periférico de Mallasilla, en el sur de La Paz, debido al rechazo de los vecinos por temor a la actividad radiactiva.
Morales aseguró que el centro de investigación permitirá que Bolivia “dé un salto en la parte científica y tecnológica” y lamentó la oposición de “algunos paceños” y “autoridades” a que se construyera en Mallasilla.
También insistió en que las instalaciones no supondrán “ningún riesgo” para las personas o el medioambiente.
La construcción del centro de investigación nuclear forma parte del plan civil de energía atómica con fines pacíficos anunciado por el Gobierno boliviano en 2014 y que cuenta con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) de la ONU.
Morales ha defendido que su nación es la única de Suramérica que no tiene un centro de investigación de estas características y ha opinado que quienes se oponen al proyecto “son enemigos de Bolivia, enemigos del desarrollo y enemigos de la liberación”.