Las principales tiendas de distribución y marcas de vestuario en EE. UU. han sido abastecidas por las prendas que se fabrican en plantas de Guatemala, mercado que se recuperó en el 2021 luego de haber experimentado una caída por los efectos de la pandemia, el año pasado.
Por primera vez, la industria de vestuario y textil cerrará con cifras inusuales de dos dígitos y con un crecimiento en la contratación de personal que ronda los 80 mil puestos de trabajo, entre directos e indirectos. El sector lidera los 25 productos principales de exportación.
Principales productos
En estas categorías, los principales productos que se han despachado son camisas knit —tejido de punto de algodón—, con cerca de 24 millones de docenas; camisas knit —tejido de punto sintético—, con nueve millones de docenas; ropa interior de algodón, pantalones y shorts de algodón, con 1.2 millones de docenas cada uno; pantalones y shorts sintéticos, 1.1 millones de docenas, así como ropa para bebé, con 922 mil docenas, prendas que se comercializan en distintos canales de venta al mayoreo y minorista en EE. UU., reportó la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex), adscrita a la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
El otro segmento que reporta cifras históricas es la fabricación y exportación de tela knit —de tejido punto—, de la cual se exportaron 75 millones de libras, sobre todo a Centroamérica, donde se corta en otras fábricas y luego se ensambla para formar las prendas y exportar a clientes en EE. UU.
Además se han despachado 18 millones de libras de hilaza, 5.2 millones de libras de tejidos de hilados y filamentos, 3.3 millones de filamentos de poliéster, tres millones de hilos de coser y 2.9 millones de otras hebras textiles, según el reporte preliminar.
Estos datos significan que una prenda de vestuario que se comercializa en EE. UU., fabricada en Centroamérica, tendría un componente de manufactura guatemalteco.
En la región, Honduras es el principal suplidor de ropa para EE. UU., pero es de bajo valor agregado, y ocurre lo contrario en Guatemala, que se ha especializado en exportación de camisas de tejido de punto.
Dos dígitos
Carlos Arias, presidente de Vestex, expresó que se observó una importante recuperación en el 2021 respecto del 2020, por el cierre de las tiendas en EE. UU., por la pandemia.
Según el directivo, las exportaciones cerrarán en 25% más que en 2020 y 14% más que en 2019, ejercicio con el cual se tiene que comparar.
Las cifras del sector apuntan a que las ventas al exterior se podrían situar en US$1 mil 983 millones, US$401 millones más, o 25%, que, en 2020, cuando se situaron en US$1 mil 582 millones, mientras que en 2019 las ventas se ubicaron en US$1 mil 735 millones.
Principales destinos
Los datos indican que EE. UU. sigue siendo el principal comprador de la industria. Para ese mercado se destinaron prendas por US$1 mil 427 millones y por US$440 millones para Centroamérica, sobre todo a Nicaragua, donde se cose.
Arias resaltó que se experimentó que los compradores estadounidenses crecieron rápido este año, y cuando regresó la demanda las plantas del Istmo estaban en una posición estratégica de localización y capacidades para atender.
Remarcó que Guatemala no cerró las fábricas y esa capacidad instalada nunca se perdió, en comparación con otros abastecedores fuera de la región, situación que permitió reaccionar de forma más ágil y veloz.
Para el resto del mundo se exportaron US$64 millones; a México, US$30 millones, y a Canadá, US$20 millones, según las estadísticas de Vestex.
Lección y oportunidad
Arias considera que el 2021 fue tan inusual para la industria que rompió un patrón de producción, y que para 2022 podría ser bueno en el sentido de que las marcas y tiendas en EE. UU. no querrán regresar a sus proveedores en Asia. “Se tiene que actuar cuidadosamente, cumplir, mantener los niveles de calidad y competitividad del país para lograr un potencial pico y que sea una nueva base para crecer”.
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Eso quiere decir que una buena parte de la producción de vestuario y telas, que anteriormente era cubierta por fábricas en Asia, bien podría llegar a Guatemala y Centroamérica.
Factores favorables
El economista Fredy Gómez indicó que hubo relevancia en las piezas manufacturadas y se demandó más vestuario y telas, como resultado de que en otros países detuvieron las actividades productivas.
Los factores que jugaron a favor fueron las necesidades de compra y el efecto de precio, que se materializa en el ingreso de divisas en dólares.
Sobre los beneficios, indicó que las exportaciones están entre las actividades económicas. En el caso de Guatemala, están las empresas y el beneficio social que se traduce en el trabajo y la necesidad de más ocupación operando, lo que implica más contrataciones y que en medio de una pandemia no se observaron altas tasas de desempleo.
Recordó que las exportaciones son parte del valor que nutre la tasa de crecimiento de la economía, una tasa de 7.5% calculada para este año.