La importancia de las medidas de protección responde a que las exportaciones de banano hasta mayo último se ubicaron en segundo lugar dentro de los productos con mayor volumen de venta al extranjero, con más de US$360 millones de los 25 principales bienes exportables y que, en el 2018, representó el 7% de las ventas al exterior.
Las acciones consisten en redoblar las alertas de ingreso de productos provenientes de Colombia, así como la revisión de pasajeros cuyo origen es Panamá y suspender temporalmente los bienes vegetales.
Estas son una de las medidas más drásticas que a escala centroamericana que se adoptan, luego de que se detectara un caso sospechoso en plantaciones de la Guajira, Colombia y que activó las alertas desde el pasado fin de semana.
Atención al máximo
Byron Acevedo, viceministro de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones (Visar), aclaró que la enfermedad no tiene efectos en el ser humano y que el producto actualmente es confiable.
Nidia Sandoval, representante del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), dijo que ya se cuenta con los análisis de riesgo y recomendaciones, así como los lineamientos de riesgo de alto, medio o bajo, así como las medidas que recomiendan la cuarentena a los ministerios de la región.
En este caso las acciones son para los pasajeros que provienen de Colombia y Panamá por medio de un tapete sanitario, así como los contenedores que provienen del país suramericano, a los cuales se les aplica fumigación (arcos cuarentenarios) como medidas sanitarias.
Acevedo dijo que la enfermedad se puede transmitir por medio de la tierra, el suelo y el agua.
Además, se suspendió de manera temporal la importación de productos vegetativos de los países con sospecha del brote.
Control interno
Mario Méndez Montenegro, ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), expuso que se han implementado las medidas de bioseguridad para evitar el ingreso de la plaga.
Recordó que la misma no está en Guatemala, ni en Centroamérica, pero es mortal para las plantaciones, así como sus efectos en términos económicos, así como en el empleo.
“Las medidas de control están encaminadas a crear un cerco sanitario y garantizar el cultivo de la fruta en el país”, subrayó el funcionario.
Alianzas
Las medidas incluyen una coordinación con el sector productor.
Julio Mérida, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Banano (Apib) y Carla Caballeros, directora ejecutiva de la Cámara del Agro (Camagro), expusieron que, con la cuarentena, se pretende que no ingrese el patógeno que es considerado como uno de los más voraces para el sector banano y plátano. porque se esparce con facilidad.
Afirmaron que el hongo ataca el banano cavendish que es la variedad que se cultiva en Guatemala y en toda la región y representa un alto riesgo.
“A nivel interno de los productores estamos asegurando que se mantengan las operaciones productoras capacitadas y actualizadas e identificar en las inspecciones en plantaciones de los rasgos y síntomas del hongo”, apuntó Caballeros.
Las principales zonas productoras de banano están en Escuintla y la boca costa, así como una parte en Izabal.
El ministro declaró que existen las capacidades técnicas con el sector productor y que no hay restricciones en cuanto a la exportación de la fruta hacia otros mercados.
Sandoval agregó que se han implementado las acciones de protocolo y emergencia para que estén en sintonía con el plan nacional y a la vez con el regional.
Las plantaciones de banano de Apib son de 20 mil hectáreas, pero el total de cultivo es de 35 mil hectáreas y hasta mayo último se habían exportado US$368 millones con un crecimiento del 13% en relación con el mismo período del año pasado.
El sector genera 180 mil empleos entre directos e indirectos, se informó.
Crecimiento estable
Para este año se espera que las exportaciones de banano se consoliden como uno de los principales bienes agrícolas de exportación por segundo año consecutivo.
Julio Mérida, director de Apib, dijo que las proyecciones son favorables ante la demanda de más producto, pero recalcó la amenaza que representa a la industria la enfermedad.
Este es un extracto de la conversación de Mérida con Prensa Libre:
¿Qué causas explican el crecimiento de la exportación de banano de Guatemala?
Hay dos factores que se están conjugando. En primer lugar, la demanda sobre la fruta se mantiene y se consolida como la fruta más exportada del mundo.
Guatemala, tiene la suerte de que, por el factor de geografía, estamos cerca del mercado de los Estados Unidos, el destino del 96% de banano que producen los asociados de Apib.
¿Qué proyecciones tienen para este año?
Apuntamos a tener un comportamiento similar al 2018 entre un crecimiento en promedio de 1.5% a 3% en los últimos tres años. Esperamos cerrar en más de US$800 millones en las exportaciones.
¿Es una amenaza este hongo?
Claro, porque ya se presentó una plaga en los años de 50 y 60, con una variedad de banano Groos Michael y ese banano desapareció. Luego, en las plantaciones en Centroamérica se produjo algodón y cuando desapareció el algodón, se regresó de nuevo al banano con una variedad más resistente. Pero ahora lamentablemente, no se resiste la raza tropical cuatro, que es una amenaza.
El sector está invirtiendo más en cumplir con certificaciones, regulaciones en materia de inocuidad, entre otros.
¿Qué es el hongo?
Según la definición del MAGA, la enfermedad Fusarium Oxysporum raza 4, es un hongo destructivo que marchita las plantaciones de musáceas, y se le conoce como el “mal de Panamá”, que ataca las variedades de banano Cavendish de primera calidad y del plátano.
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