La idea surgió por la experiencia de Menéndez y González de vivir en países como Estados Unidos y España, donde se utiliza este concepto, que ellos llaman “plazas del sabor virtuales”, dado que es por medio de una página web o una aplicación que se hacen los pedidos sin necesidad de llamar por teléfono.
Cultura de compra en línea
Cofiño asegura que el concepto está siendo bien aceptado. Sin embargo, ven entre los obstáculos que el guatemalteco aún es desconfiado al momento de efectuar compras en línea, pero en cinco meses ha crecido el número de clientes.
Confían en que las personas empezarán una transición de solicitar comida por vía telefónica al trasladarse hacia lo virtual.
“La persona que hace su pedido a través de Monchiz vuelve a repetir la experiencia”, resalta González.
La página tiene la ventaja que a través de Credomatic se puede dividir el monto total del pedido entre los dos, tres o cinco restaurantes de donde la persona desea su pedido, o bien puede cancelar en efectivo contra entrega.
“Nuestro servicio es novedoso para Guatemala. Contamos con todas las medidas de seguridad informáticas para resguardar la información de nuestros clientes”, asegura Cofiño.
Los creadores de Monchiz comentan que están por lanzar la aplicación para teléfonos móviles y que “la experiencia será incluso mejor”.
Alianzas estratégicas
Cofiño asegura que han tenido una buena aceptación entre los restaurantes, incluso de un 90% a 95% “han aprobado el proyecto, porque es un canal nuevo de ventas para ellos y les interesa muchísimo”.
En la actualidad, Monchiz cuenta con 25 restaurantes registrados y están por cerrar trato con 10 más, entre ellos “de los más conocidos de comida rápida en el mercado”, refiere González.
El empresario comenta que el trato con los restaurantes es que ganan un porcentaje por cada compra que efectúan los clientes a través de Monchiz, “el cual es cobrado de manera mensual a cada uno de ellos”, concluye el empresario.