Sin embargo, las empresas de Guatemala —y también las de Centroamérica— tuvieron resultados dispares y evidenciaron necesidad de avanzar más rápidamente hacia la economía del conocimiento.
Así lo revela el estudio El Teletrabajo: ¿Llegó para quedarse? elaborado por Grupo SearchiN, que entrevistó a 149 empresas y 421 colaboradores de nueve países de Latinoamérica durante marzo del 2020. La encuesta de las empresas consistió en 13 preguntas cerradas y 10 preguntas para las personas empleadas.
Entre los hallazgos destacó que un 58% de las empresas evaluadas no tenía implementado el modelo de teletrabajo al momento de la crisis por covid-19, un 16% reveló que estaba en proceso de implementación y el 26% que ya lo tenía implementado.
Andrea García, gerente de Operaciones Search Guatemala, explicó que más que un tema de confianza existe un desconocimiento general sobre las maneras más adecuadas de llevarlo a cabo eficientemente.
Para países como Guatemala esta modalidad de trabajo representa oportunidades para la adopción de nuevas prácticas empresariales y grandes retos en infraestructura, conocimientos e inclusive la misma legislación laboral que regulen este tipo de actividades, refirió García.
En opinión de Ivannia Murillo, gerente general de Search Latinoamérica la crisis sanitaria pondrá en evidencia los valores empresariales y competencias que quizá en ambientes tradicionales de trabajo, no se evidenciaban, ya que se ha despertado la necesidad de liderar desde la incertidumbre, tomar decisiones en poco tiempo y ante un panorama incierto.
También ha llevado a las empresas a pensar cuáles son los activos (incluyendo el recurso humano) que son estrictamente necesarios para garantizar la continuidad de la empresa. Además, ha despertado en los líderes el sentido de urgencia, de sensatez y de priorización.
Más hallazgos
Las empresas que dijeron ya tener implementado el teletrabajo indicaron que un 28% únicamente brindaba un día a la semana, mientras que un 16% tenía entre 2 y 3 días a la semana y un 56% entre 4 y 5 días semanales.
Murillo consideró que las empresas deben invertir en equipos y sistemas que permitan que no haya un problema tecnológico al momento de la comunicación.
Además, invertir en conocer las formas en que será evaluado el desempeño de la persona que teletrabaja, estableciendo indicadores de desempeño de fácil medición y monitoreo. Además, es fundamental invertir en sus líderes y personal clave, generando mecanismos para garantizar la sostenibilidad del negocio y el compromiso de los trabajadores.
Por otro lado, un 79% de las empresas evaluadas, afirmaron que tenían claro cómo proceder con sus colaboradores ante la necesidad de implementar el teletrabajo ante esta situación, mientras que un 21% aseguró que no.
Para Silvina Moschini, presidente y fundadora de TransparentBusiness, compañía que ayuda a otras empresas a implementar programas de trabajo remoto, el mercado ofrece infinidad de herramientas para el trabajo colaborativo y gestión de proyectos para que cada miembro del equipo sepa qué le corresponde hacer y todos estén alineados con los objetivos a conseguir.
En ese sentido la encuesta refirió que el 66% de las empresas encuestadas reveló que no tienen establecidos indicadores de gestión para evaluar a sus colaboradores que trabajan a distancia, mientras que un 34% indica que sí cuenta con estos indicadores.
“El mayor miedo de las empresas no solo en Guatemala sino de todas partes del mundo es cuando sienten que pierden el control de su planta de empleados”, expresó Moschini.
Para la profesional la mayoría de las organizaciones todavía están arraigadas en esquemas de trabajo de 8 horas porque les da esa seguridad de ver a la persona que se presenta a trabajar. Pero, si aplican las herramientas adecuadas para gestionar con transparencia el trabajo remoto, verán rápidamente los beneficios de esta modalidad de trabajo, resaltó la especialista.
¿Trabajo remoto tras el covid-19?
La encuesta consultó a las empresas, si después de la crisis sanitaria tienen pensado implementar el teletrabajo como una modalidad de trabajo, el 34% consideró que es muy probable, un 24% indicó que la probabilidad es media, un 29% lo ve poco probable y un 13% lo vea nada probable.
“El coronavirus llevó a que se redefiniera el trabajo remoto y sin dudas habrá un antes y un después para las empresas”, afirmó Moschini.
Casi 3 mil millones de personas permanecen en sus casas y miles de compañías fueron forzadas a implementar esquemas de trabajo remoto para garantizar la continuidad de sus negocios.
