Economía

Coronavirus: ¿Cuánto cayó la demanda de energía por las restricciones y el toque de queda?

La suspensión de labores emitida por el gobierno ante la emergencia para evitar la propagación del coronarivus ha tenido varios efectos, uno de estos es la baja en la demanda de energía y un reacomodo de horarios pico, según las autoridades del sector.

La demanda en los hogares continúa, pero en industrias, comercios y edificios de oficinas ha disminuido por la suspensión de labores y toque de queda emitido por el gobierno en prevención del coronavirus. (Foto, Prensa Libre. Hemeroteca PL).

La demanda en los hogares continúa, pero en industrias, comercios y edificios de oficinas ha disminuido por la suspensión de labores y toque de queda emitido por el gobierno en prevención del coronavirus. (Foto, Prensa Libre. Hemeroteca PL).

Ese comportamiento fue diferente cada día y se empezó a notar una baja en la demanda y en los primeros dos días de suspensión de labores ordenada por el gobierno y se ha pronunciado más esta semana en la que se implementó el toque de queda.

La demanda de electricidad en el país bajó un 5% en promedio durante la semana del 15 al 21 de marzo con respecto a semanas anteriores, explicó el presidente del Administrador del Mercado Mayorista (AMM), Edgar Navarro.

En tanto el 17 y el 18 de marzo la disminución llegó a representar una caída de 10% cada día, según reportes de la entidad.

Posteriormente las bajas fueron menores  posiblemente porque se permitió laborar algunas industrias, empresas y servicios no esenciales.

Para esa semana se tenía programada una demanda de energía de 31 mil 188.50 megavatios hora  (MWH), pero la demanda real fue de 29 mil 541.43 MWh, agregan los datos del AMM.

En tanto en los primeros días de esta semana, debido a que sigue la suspensión de labores, pero además rige un toque de queda de 4 de la tarde a 4 de la mañana, la baja en la demanda ha sido más pronunciada con respecto a la programación efectuada originalmente sin tomar en cuenta la implementaran las restricciones laborales y otras medidas.

  • El lunes 23 de marzo, primer día hábil del toque de queda, hubo una caída de 17.2% en la demanda real, respecto de las proyecciones de demanda programada para ese día, según los datos de AMM. Para esa fecha se proyectó usar 32.20 gigavatios hora de energía, pero solo se demandaron 26.72 GWh.
  • El miércoles 25 de marzo, la demanda real fue 18.5% menor a la programada (programación sin tomar en cuenta restricciones). Mientras se proyectaba demanda de 33.82 GWh, la demanda real fue de 27.56, se agrega en la información de la entidad.

“La disminución fue más de 100 megavatios hora, eso obedece a una demanda energética de la parte industrial, comercial y servicios. El pico de la demanda (de 6 de la tarde a 10 de la noche) no vemos una disminución tan fuerte porque se sigue consumiendo en los domicilios” expuso Navarro.

Demanda de energía de una semana de labores normal, con la semana del 15 al 22 de marzo del 2020 en la cual el gobierno implementó suspensión de labores en el país. (Foto, Gráfica Prensa Libre, fuente AMM).

Explicó que se notó un cambio no solo en el volumen demandado, sino en los horarios de demanda. En días normales tanto de clases como laboral, el pico de demanda por la mañana empieza a subir desde las 4 de la mañana hasta las 6 debido a que se usa iluminación, calentadores de agua para bañarse, y en algunos casos se usa electricidad para la preparación de alimentos. Sin embargo, la semana pasada (del 15 al 22 de marzo) se visualizó que ese comportamiento se corrió y se empezó a notar a las 6 de la mañana.

Además, el presidente del AMM mencionó que el consumo residencial está subiendo porque la mayor parte de personas están en el hogar, pero a nivel nacional se registra una caída en la demanda por el peso que representan las industrias en el consumo. La mayoría de industrias están paralizadas, algunas operan con menor cantidad de personal debido a las restricciones, excepto las de productos de higiene, alimentos y bebidas o productos esenciales.

Menor crecimiento del PIB también afectará demanda de energía

El menor crecimiento economía en el país también impactará en la demanda de energía porque la producción y el consumo de ese bien están relacionados, coinciden Carmen Urizar y Carlos Colom, expresidentes de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE).

Comportamiento de demanda por hora proyectada respecto de la demanda real el 25 de marzo del 2020 con toque de queda. (Foto, Prensa Libre: AMM).

La Junta Monetaria (JM) efectuó el 25 de marzo un ajuste a la baja del crecimiento económico para Guatemala para este año por los efectos del covid-19. En una revisión preliminar, la economía estaría creciendo en un rango de 0.5% a 1.5% con un valor central de 1%.

Los porcentajes de crecimiento son menores a los proyectados en el inicio de año que era de 3.1% a 4.1%, así como a los dados a conocer hace una semana, con un escenario de hasta 2.5% sin medidas y uno de 3.1% con medidas económicas.

“Debemos recordar que en Guatemala y en todo el mundo la demanda de energía siempre sigue el comportamiento de la economía, en el sentido de que si crece el PIB, la demanda también crece y generalmente ésta está por arriba de éste” refirió Urizar.

Ambos coinciden en que todas las actividades generadoras del sector productivo como las fábricas, industrias, comercios, y servicios además de actividades del hogar dependen de la electricidad.

“La electricidad es un medio para conseguir otros fines como producción, comercio y servicios, además de educación y actividades del hogar” dijo Colom.


Explicó que el crecimiento promedio anual de la demanda de electricidad se preveía entre 2% y 3% para el 2020 pero añadió que con los escenarios y previsiones de un menor crecimiento económico, esa proyección no se cumpliría.

Va a depender de cómo Guatemala y el resto de países logren contener el virus y reactivar su economía.

Si sigue la situación de tres a cuatro semanas más podría no ser tan grave, pero si se extiende ese plazo en meses se tendrá un impacto delicado, agregó.

En la política energética emitida en el 2007 y 2008 se estimaban para el futuro lograr crecimientos anuales de entre 5% a 7%, aspecto que no se ha concretado, porque se han cerrado industrias y hay falta de certeza jurídica para seguir impulsando otras nuevas, además de la incertidumbre política por varios años, comentó Colom.

  • Durante la crisis económica mundial de 2008 y 2009 y que también impactó Guatemala, no hubo crecimiento del PIB y tampoco de energía, recordó.

“Es evidente tanto en Guatemala y el mundo la importancia de energía eléctrica, para oficinas, industrias, servicios, hospitales, por eso es necesario hacer sostenible el servicio” dijo Colom.

En tanto Urizar explicó que “la paralización del a economía (por medidas implementadas contra el coronavirus) ha llevado a que muchas oficinas de comercio y servicios, empresas, fábricas e industrias hayan bajado su producción, y por tanto la demanda de electricidad también habrá bajado.   Es por ello, que hoy es una gran preocupación la paralización que está sufriendo la economía, y cuánto tiempo puede durar esto, pues sin duda la demanda de electricidad también se verá afectada según el comportamiento que tenga la economía durante el año”.

 

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