Economía

Coronavirus: Guatemala deberá competir para recuperarse de una estancada inversión extranjera

Este año será predecible que habrá una contracción de la inversión extranjera directa (IED) en Guatemala por los efectos del coronavirus y la actitud de los capitalistas será esperar hasta que se aclare el panorama para ya ha empezar a visualizar un 2021 o probablemente hasta un 2022.

Industria manufacturera, banca, suministro de electricidad y comercio fueron los sectores que más inversión extranjera atrajeron en 2019. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Industria manufacturera, banca, suministro de electricidad y comercio fueron los sectores que más inversión extranjera atrajeron en 2019. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Tanto la inversión extranjera como la local, en general, está paralizada a la espera de que pasen los efectos de la pandemia para retomar a los proyectos, o bien, replantearlos.

En 2019 Guatemala, atrajo capital fresco por US$998.2 millones, muy similar al comportamiento registrado en 2018, cuando fue de US$993.9 millones.

De momento, las autoridades monetarias hacen los análisis en la balanza de pagos para determinar la nueva proyección en 2020, luego de haberse ajustado a la baja la estimación de crecimiento de la economía a -0.5% hace dos semanas.

En diciembre del 2019, la proyección de IED era de US$1 mil 60 millones, sin embargo, por la caída en la economía de los principales países inversores en Guatemala, se prevé que ese monto puede ser aún más bajo.

Tiempo de riesgos

Guatemala, a pesar de tener una calificación estable de riesgo, va a tener una inversión extranjera baja este año y una competencia regional por atraer capitales altos, consideró Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Binacionales de Guatemala (Ascabi).

“Este año, veremos una baja inversión en todos los sectores, ya que el mundo entero ha estado casi paralizado y posteriormente, reabriendo y reestructurándose ante el nuevo mundo postcovid-19. Estados Unidos, Colombia y México fueron los principales inversionistas y hoy vemos cómo sus economías están drásticamente afectadas por este fenómeno”, precisó Carrasco.

El cierre de fronteras y un ánimo conservador y sigiloso de los inversionistas dificultará que este año se reanime la inversión extranjera, advirtió.

Decisiones postergadas

Julio Héctor Estrada Domínguez, exdirector ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad y de la oficina de Atracción de Inversiones, consideró que las decisiones de inversión están paralizadas por los capitalistas, tanto para Guatemala como para otros países.

Explicó que las empresas y los inversionistas están cuidando sus operaciones principales y sus objetivos estratégicos, en el sentido de que si tienen que entrar al rescatar de otras unidades de negocios ya sea en sus sedes centrales o en otros países.

“No será un buen año para las inversiones, se anticipa una caída y los números están golpeados porque todo está detenido”, indicó Estrada Domínguez.

En esos términos coincide, Eduardo Girón presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), quien aseguró que es un año de incertidumbre por la emergencia sanitaria.

Sectores más impactados

La lista de las actividades que podrían estar más impactadas en los flujos de inversión serían el turismo y el circuito de sectores que lo integran.

Carrasco agrega que también está la industria automotriz, aviación, los servicios de entretenimiento, el sector inmobiliario y el sector energético, que se verán muy afectados.

Mientras que la agroindustria y la tecnología naranja tendrán un auge que será mejor aprovechado en la medida en que las empresas guatemaltecas puedan adaptarse a los nuevos modelos de negocios internacionales, cuidado las estrictas medidas de higiene y buenas prácticas de manufactura.

La minería a nivel mundial presenta gran potencial de crecimiento en el sector de metales preciosos, los cuales Guatemala tiene, pero hay que facilitar la inversión en ese campo, consideran los especialistas consultados.

A decir de Estrada Domínguez, todos los sectores están golpeados, pero con algunas excepciones cuya magnitud y profundidad varía, tal es el caso de la agroindustria, la banca, el comercio y la industria.

“Todo el mundo va a empezar a tomar sus planes, reorientarlos y determinar cuál fue el daño”, aseveró.

Este año será predecible que habrá una caída de la inversión extranjera directa (IED) en Guatemala por los efectos del coronavirus y los capitalistas será esperar hasta que se aclare el panorama y tomar sus decisiones, según expertos consultados. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Escenario 2021

Girón proyecta que el próximo año será mejor en cuanto a los flujos de IED, para Guatemala.

Mientras que Carrasco considera que el escenario está más duro que nunca, ya que el aparato productivo de varios países está golpeado, pero se espera una un repunte de la actividad económica global.

“El reto principal que tendernos en Guatemala es volvernos más atractivos a la inversión extranjera, dada la incrementada competencia regional que se avecina para atraer capitales. Por eso se debe reducir la tramitología, dar mayores incentivos fiscales a los inversionistas y certeza jurídica a las inversiones, entre otras cosas para conservar y aumentar el empleo”, subrayó Carrasco.

Al definir los tres pilares para atraer capital fresco, el presidente de Ascabi mencionó el marco jurídico estable que dé certeza a los inversionistas, la transición a un gobierno electrónico que permita hacer registros, permisos y demás procedimientos en línea, de manera eficiente y rápida y otorgar un marco de incentivos y exoneraciones fiscales de largo plazo a inversiones en amplios sectores productivos.

Recordó que normalmente un proceso de atracción de inversión extranjera se desarrolla en un período de cinco años, y lo que se logre en 2021 será producto del esfuerzo de ejercicios pasados y sobre todo, del manejo de la información, los planteamientos de escenarios reales y el apoyo que el sector público y las alianzas con el sector privado puedan brindarle a los inversionistas.

Hoja de ruta

Estrada Domínguez aseguró que la crisis originará un reordenamiento de las inversiones y para ello hay que estar atentos a aprovechar al máximo las oportunidades, ya que golpeará a las cadenas de valor, sobre todo aquellas industrias que dependen de las importaciones de China.

“Hay que estar listos y tomar las estrategias para la captación y otras formas de atraer inversión para Guatemala cuando termine la crisis y entrar con fuerza y ya se debería estar trabajando en ello”, recomendó.

Parte de ese reordenamiento consistirá en que los bloques económicos buscarán áreas más cercanas para poder trabajar y concentrar sus capitales.

Estrada Domínguez citó como ejemplo que los procesos de ensamblaje en tecnología o textil que las empresas de Estados Unidos realizaban en China, se optarán a otros territorios cercanos como México, Centro o Suramérica, y al igual China, buscará concentrarse en su continente.

Mientras que en el turismo se estarán orientando a viajes cortos y cercanos, y esas son las tendencias que hay que aprovechar cuando empiece la reactivación productiva mundial.

“Guatemala debe pescar un poco de ese movimiento”, puntualizó.

Carrasco reiteró que Guatemala debe aprovechar promocionarse como un destino atractivo y estable para las inversiones.

Inversión por actividad productiva en 2019 

(Cifras en millones de dólares/Fuente: Banguat)

  1. Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca: 4.9
  2. Explotación de minas y canteras: 73.5
  3. Industrias manufactureras: 284.3
  4. Suministro de electricidad, agua y saneamiento: 189.4
  5. Construcción: -6.2
  6. Comercio y reparación de vehículos: 203
  7. Transporte y almacenamiento: 14.6
  8. Actividades de alojamiento y de servicio de comidas: 9.4
  9. Información y comunicaciones: 39.7
  10. Actividades financieras y de seguros: 149.9
  11. Otras actividades: 35.8

 

 

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