En cuanto al tema de ingresos, la cifra que genera alarma es que casi siete de 10 guatemaltecos encuestados afirmaron haber tenido una reducción en los ingresos de sus hogares.
Aunque para el segmento socioeconómico alto —conocido como ABC1— solo ha habido reducción en el 56% de los ingresos familiares en mayo se dio el pico más alto con 58%.
Al desagregar esta cifra por rangos de reducción, el 44% señaló que han tenido una merma de entre el 25% y el 50% de sus ingresos regulares, lo que significa probablemente la pérdida de una fuente completa de ingresos en el hogar, es decir, una de las dos personas que en un hogar promedio son responsables del sustento cotidiano, analizó Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa).
Sin embargo, el 31% de los consultados respondió que mantienen sus ingresos igual que siempre, lo cual podría reflejar el segmento de la población que sigue desempeñando sus labores sin haber modificaciones relevantes.
Este comportamiento se ve reflejado en la población que necesita generar ingresos diariamente. Es por esa razón que el nivel popular es el segmento que continúa más afectado, al reflejar en los mismos tres meses una reducción en sus ingresos que no baja de un 70%.
Los resultados del estudio confirman la vulnerabilidad de dos terceras partes de la población por tener su fuente de ingresos en la economía informal, refirió Benavides.
Efecto remesas
El nivel medio es el segmento en donde entre mayo y junio aumentó considerablemente la disminución de ingresos, en promedio un 10% más grave entre abril y junio.
David Casasola, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), enfatizó que se debe tomar en cuenta en el aspecto de disminución de ingresos el impacto de las remesas familiares.
Uno de los riesgos es que las personas que ya están en la clase media con un mejor nivel de ingresos por las remesas pueden regresar a condiciones de pobreza.
Por otro lado, Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham), compartió que el desempleo y la suspensión de trabajo tendrán repercusiones en las remesas, y aquellos que están con un estatus irregular no tendrán los beneficios o apoyos públicos.
Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala comentó a principios de mayo que si hay alguna consecuencia en el mercado laboral de los EE. UU., generará un impacto en la contratación de los compatriotas en una reducción de sus horas de trabajo, sus ingresos y que se vería reflejado en los despachos hacia Guatemala.
En todo caso podría presentarse una desaceleración en las remesas, pero no en un escenario “fatídico” que vaya a disminuir el indicador de una manera abrupta o drástica, sino regresando a un crecimiento del 9% al 10% como en ejercicios anteriores, explicó Recinos.