La muestra ya recoge la percepción de los tomadores de decisiones sobre la evolución de la economía luego de confirmarse los primeros casos del covid-19 en el país, dentro lo más relevante que ocurrió en el mes pasado.
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El indicador se encuentra en la zona de expansión, que es 50 puntos, es decir, si el valor se encuentra arriba de esa calificación hay mayor confianza en la producción para hacer inversiones o negocios por los agentes económicos.
Principales resultados
Para obtener el Icae el Banguat consulta a un panel de expertos, según la metodología.
Se evidencia que en cada una de las preguntas los resultados tienen variaciones con respecto a febrero.
A la pregunta: ¿cómo considera que evolucione el clima de negocios para las actividades productivas del sector para los siguientes seis meses? El 38.9% de los consultados respondió que mejorará, el 22% afirmó que se mantendrá igual y el 38.9% dijo que empeorará.
La misma pregunta, pero en febrero de este año, el 73.3% dijo que mejorará, y el 26.7% que igual, por lo que se revertió la tendencia.
Además, el 61.1% consideró que la economía está mejor que hace un año mientras que el 38.9% respondió que no lo está y que se mantiene la percepción en el primer bimestre.
Por otro lado, el 38.9% dijo que espera que la evolución económica del país mejore para los próximos seis meses y 61.1% respondió que no lo espera así.
En febrero el 86.7% había respondido que esperaba una mejora en la economía y 13.3% dijo que no.
Finalmente, al preguntar sobre si la coyuntura actual es buen momento para hacer inversiones, el 11.1% respondió que sí, el 72.2% que no está seguro y 16% es un mal momento.
Contrario a los resultados de febrero que señalaron que 53.3% era buen momento, 40% no está seguro y 6.7% mal momento.
Tendencia
Hace una semana la Junta Monetaria (JM) decidió ajustar a la baja la proyección del crecimiento económico para este ejercicio para situarla en un rango de 0.5% a 1.5% con un valor central de 1%, por efectos directos del coronavirus.
Además, que el Gobierno emitió suspensión de actividades del sector público y privado para evitar el contagio del virus a mediados de febrero y se presentó un plan de reactivación económica al Congreso.
