Antes de eso se tendrá que cumplir con protocolos de sanidad e higiene, cierta distancia física y reinventar la forma de hacer turismo, por lo que se visualiza que las visitas y viajes serán en grupos más pequeños.
Según proyecciones actualizadas a marzo la Organización Mundial del Turismo (OMT) en 2020 las llegadas de turistas internacionales podrían disminuir entre un 20% a 30%, en comparación con el crecimiento de entre un 3% y un 4% previsto a inicios de año.
Sin embargo, la misma organización ha lanzado campañas para prepararse para reanudar esa actividad económica en el futuro.
Al retomar operaciones el sector, empresas y servidores, tendrán los retos de adoptar estrategias para diversificar los mercados, los productos y los servicios, también se deberá invertir en los sistemas de inteligencia de mercados y la transformación digital y su uso en el sector. El fortalecimiento de la gobernanza del turismo a todos los niveles es otra tarea que se deberá efectuar, agrega la organización en diferentes análisis presentados.
Prepararse para la crisis, reforzar la resiliencia y velar por que el turismo forme parte de los mecanismos y sistemas nacionales de emergencia será parte de la labor a impulsar. La organización agrega que se requerirá mayor inversión en capital humano y desarrollo del talento.
Mientras que en un ámbito más amplio se deberá trabajar en colocar el turismo sostenible en las agendas nacionales y situarlo en un lugar importante, se añadió.
¿Qué segmentos se empezarán a reanudar cuando se flexibilicen las restricciones?
La firma Deloitte hizo un estudio acerca del impacto del covid 19 en la economía en el que incluye el análisis del comportamiento por sectores en el plazo de un año. Respecto a los viajes, luego de la caída en marzo y abril comportamiento que también abarcaría mayo, empezarán a reanudarse en junio los viajes de primera necesidad. Dos o tres meses después podría incorporarse algún movimiento de turismo interno, en noviembre el turismo de corporativo y posiblemente algunos eventos pospuestos.
A finales de año podría reiniciarse el turismo internacional, añade el estudio. A la par de esto se tendría la reactivación de otros sectores de servicios como hoteles, restaurantes y actividades de ocio, se añade en el informe de la consultora.
En Guatemala el primer turismo que se podría reanudar es el interno, coinciden Jorge Mario Chajón, exdirector del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) y Claire Dallies de Masaya, directora de la Maestría en Turismo Sostenible de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG).
Conforme se pase la crisis de contagio se irán flexibilizando limitaciones que permitirán efectuar más actividades, incluso viajes.
Los primeros segmentos que podrían ser buscados son los de naturaleza y los de cultura, como arqueología, tomando en cuenta que son al aire libre y que no son masivos, aspecto que permitirá cierto distanciamiento físico requerido, coincidieron.
Guatemala tiene oportunidad ya que posee múltiples sitios arqueológicos con amplía riqueza histórica, añadieron, al comentar que un cambio respecto en cómo se hacía turismo antes de la pandemia es que se optará a que los grupos de viajes sean de menos personas, es una tendencia que se verá por un tiempo.
En el país la caída del turismo podría llegar a ser de 60%, explica Chajón, al tomar en cuenta que se perdieron temporadas altas de viajes como Semana Santa y se prevé que para las vacaciones de verano de Estados Unidos y de algunos países europeos (entre junio y septiembre) aún no se haya reactivado del todo los viajes.
- Para Guatemala el turismo interno representó en el 2018 alrededor de 10 millones de viajes (una persona puede hacer visitas de truismo más de una vez al año) que significó una derrama económica de Q25 mil 919.24 millones.
- En tanto el extranjero fue de 2 millones 559 mil 599 visitantes, e ingreso de divisas de US$1 mil 249.4 millones en el 2019.
El turismo regional será otra opción, ya que al abrirse las fronteras se podrán hacer viajes familiares o de grupos pequeños en vehículos familiares, añadió el exfuncionario.
Coincidiendo con el análisis de Deloitte, Chajón y Dallies consideran que el otro segmento que se reactivará es el de los viajes de primera necesidad, entre estos los de negocios. Esto se debe a que las empresas, aunque estén usando más el contacto virtual con la tecnología moderna, requerirá algún viaje para cerrar una negociación. Este tipo de viajes es rápido es decir de poco tiempo, pero además solo asiste una o dos personas, se agregó.
Sin embargo, las opiniones varían. Ya que las compañías transnacionales fueron de las primeras en suspender los viajes de su personal para evitar contagios, según dio a conocer la Amcham al inició de la emergencia. Se podría mantener esa postura por más tiempo, aunque se abran las fronteras y operaciones de las aerolíneas.
Esteban R. Brenes, director de la Cátedra Steve Aronson y Profesor de Estrategia de INCAE Business School mencionó que habrá menos viajeros de negocios ya que usarán más la opción de las teleconferencias.
La recuperación para los viajes podrá requerir unos 12 meses, expuso Brenes, pero mencionó que para que algunos segmentos tengan confianza de hacerlos será necesaria una vacuna contra el covid 19 para que la industria de viajes empiece a reactivarse a mayor velocidad.
Segmentos con más lenta reanudación
El segmento de turismo internacional toma más tiempo en recuperarse, particularmente el turismo de lujo y la industria de reuniones, comentó Teresa Solis, Directora Especialista en el Sector Turismo-Deloitte Spanish Latin América son sede en México.
“En cuanto a la recuperación de destinos específicos dependerá mucho de la conectividad aérea hacia cada uno de sus principales mercados emisores. Las primeras rutas en recuperarse serán aquellas a grandes ciudades y para las cuales se tenga mayor demanda, tanto de pasajeros como de carga”, añadió.
Para los viajes en avión se habla que van a ir con asientos vacíos de por medio, pero ahí también se deberá ver la balanza con el costo del viaje ya podría generar más costos por boleto. Jorge Mario Chajón, exdirector del Inguat.
Sin embargo, considera que el turismo de reuniones, congresos y convenciones a nivel internacional tendrá una lenta recuperación, añadió al indicar que la industria “ya trabaja para reinventarse, incorporando opciones para agregar valor y explorar opciones de eventos híbridos en los cuales quizás se mantenga un destino sede, pero complementando con subsedes para permitir la participación digital remota para países o ciudades en las cuales existan restricciones de viaje”.
Tanto el turismo de congresos y convenciones como los viajes para eventos deportivos y culturales tendrán más dinamismo a partir de la existencia de una vacuna accesible, agregó. En este grupo, Chajón incluye el turismo generado por espectáculos, eventos culturales y conciertos, así como los centros de diversión donde pueda llegar mucha gente.
Ambos mencionan además que el segmento de cruceros también tiene retos importantes para su recuperación. En este tipo de viajes reúne a miles de personas y no será la primera opción de viaje en la decisión de los interesados en hacer turismo, expuso Chajón.
Solis dijo que los retos incluyen también el impacto que tuvo ese segmento al verse algunos casos de cruceros varados por días o semanas por varios contagios y sobre las restricciones de cuarentena que muchos viajeros tuvieron que enfrentar para regresar a sus lugares de origen.
Dallies añadió que, si bien los viajes de luna de miel se reactivarán, los que llevarán más tiempo en reanudarse serán los viajes de familiares y amigos para bodas de destino. Es más fácil que viaje una pareja para la luna de miel, que grupos grandes para una boda que incluiría a población vulnerable como adultos mayores padres y abuelitos de los novios, añadió.
Qué influirá para decidir un viaje
Tanto Chajón como Dallies mencionaron que el mercado va a cambiar, una de las motivaciones para decidir viajar o no a un destino será el temor.
Probablemente este 2020 y 2021 veremos muchas innovaciones en la industria turística y de reuniones, como paquetes especiales para vacaciones familiares multigeneración en hoteles, tiempos compartidos y residencias vacacionales. Veremos un énfasis en las condiciones higiénicas de los destinos y establecimientos turísticos, servicios ad-hoc para alimentos, bebidas y actividades recreativas, así como condiciones especiales en términos de condiciones de cancelación o seguros para atención a contingencias, expuso Teresa Solis, Directora Especialista en el Sector Turismo-Deloitte Spanish Latin América son sede en México.
Dos de las motivaciones que se aprenden en la academia son las necesidades y los deseos, pero la tercera, aunque no esté en los libros, es el temor, el cual tiene una influencia fuerte en la toma de decisiones, agregó el exfuncionario. “El temor es más fuerte que las mismas necesidades y deseos al momento de viajar”, comentó.
En esta coyuntura los viajeros también influirán su decisión visualizando destinos limpios o seguros ante el coronavirus, ya sea porque no tiene casos o por el manejo que le dio a la emergencia sanitaria y ya no presenta más casos, expuso Dallies.
Añadió que dentro de esa labor también la cadena de servicios turísticos tiene un gran reto, ya que cada establecimiento deberá manejarse de forma adecuada para que sea reconocido como un lugar seguro, pero también debe haber un buen manejo adecuado del destino ya sea como país o un destino específico dentro de este.
Ese es el reto mayor ya que estará involucrada toda la cadena de servicios como transporte, operadores de turismo, los destinos internos a donde viajen, restaurantes, hoteles, y otros, indicó.
Protocolos estrictos
Los protocolos serán más estrictos en cada fase del viaje, empezando en los aeropuertos y líneas aéreas, así deberán ser también en el transporte terrestre y en hoteles, restaurantes y destinos (natural, museos, y otros). Y hasta se habla de un pasaporte sanitario.
El exdirector del Inguat dijo que los establecimientos deberán tener un plan de acción, registro más estricto de huéspedes, probablemente medir la temperatura y dejar constancia en el registro, incluso contar con proveedores de servicios de ambulancia y médicos.
El protocolo deberá incluir controles y registros acerca de quién va a limpiar las habitaciones, asignación de un mesero específico para cada grupo de turistas, y otros servicios. Esto ayudará con el control en caso de que alguien del personal o huésped se enferma.
Otras acciones serán la de sanitización del agua y el equipo el lavado de la ropa. Esto deberá incluir cambio de algunas prendas de tela como manteles o secado de manos y optar por otras de papel. Se habla de muchos detalles, incluso que los grifos y dispensadores de agua puedan operarse pero ya no con las manos sino presionándolos con el pie, agregó al mencionar otros ejemplos.
Tanto hoteles, restaurantes y otros sitios como museos o salas de reuniones deberán readecuar su aforo ya que para el distanciamiento físico se deberá reducir el número de personas a ingresar respecto de la capacidad real. En otros países ya se habla de colocar cubículos transparentes en restaurantes y aviones para crear algún tipo de división.
El tratamiento de la ropa del personal será otra medida que se deberá adoptar. En este caso, Chajón explicó que en los parques y hostales del Irtra ya se implementaron hace tiempo prácticas para que los uniformes del personal, incluyendo zapatos, se queden en las instalaciones y es lavado en la entidad. Esa es una práctica que se deberá volver común, señaló.
“Para los viajes en avión se habla que van a ir con asientos vacíos de por medio, pero ahí también se deberá ver la balanza con el costo del viaje ya podría generar más costos por boleto”, dijo Jorge Mario Chajón, exdirector del Inguat.
Otro aspecto al que deberán enfrentarse los servicios turísticos es que se encontrará con viajeros con menor dinero disponible, dijo Solis. Así que los países y servicios deberán enfocarse en campañas de promoción y descuentos, coincidieron los entrevistados.