Economía

Coronavirus: Pese a pandemia, guatemaltecos ven con optimismo el futuro de la economía

Opiniones divididas se reflejan respecto del futuro económico a corto plazo en el país según la encuesta de ProDatos efectuada en la primera semana de agosto.

La percepción del futuro de la economía en seis meses varía según el nivel de ingresos en las personas. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La percepción del futuro de la economía en seis meses varía según el nivel de ingresos en las personas. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

En quinta fase del Estudio Exploratorio sobre las actitudes de los guatemaltecos hacia el coronavirus el 51% de los encuestados respondió que se encuentra optimista respecto la situación económica que Guatemala va a tener dentro de seis meses y el 49% restante dijo que se siente pesimista.

Por segmento socioeconómico, el de mayores ingresos, A, B y C 1 es el que se muestra menos optimista ya que solo el 29% visualiza un buen desempeño mientras que el 71% se expresó pesimista.

La tendencia cambia en otros segmentos de menores ingresos ya que en el nivel C2 y C3 el 58% se mostró optimista y en el D, el 51%.

Ricardo Rodríguez, economista de la firma Central American Business Intelligence (Cabi) dijo que el porcentaje de personas pesimistas es muy alto según el dato general reflejado en la encuesta, pero muestra una percepción dividida casi a la mitad aún en medio de la crisis económica que afecta al país derivado del coronavirus.

Hay un alto porcentaje que ve con optimismo los próximos seis meses, agregó el analista mencionando que incluso es mayor al que se refleja en el Índice de Confianza de la Actividad Económica (Icae) en el cual el 38% piensa que hay expectativas positivas y alrededor del 62% menciona malas expectativas. Rodríguez hace la salvedad que en el estudio de ProDatos se encuesta a guatemaltecos en general y para el Icae el Banguat incluye en el panel de consultados a expertos en economía y otros actores.

“Me parece interesante porque estamos metidos en la peor crisis económica en el país en su historia reciente y hay un porcentaje alto de la población que tiene expectativas de que a inicios del 2021 se vaya a mejorar” dijo Rodríguez.

Respecto al comportamiento por segmentos, el analista de Cabi dijo que la percepción del segmento de altos ingresos, como el A, B y C1, según el estudio, en el cual el 71% tiene expectativas pesimistas, también podría afectar el consumo. Mientras más alto es el pesimismo más restricción de consumo hay ya que las personas prefieren aplazar gastos para mantener reservas ante cualquier contingencia, explicó.

La reapertura del país se empezó la última semana de julio y la encuesta se hizo la primera semana de agosto, aspecto que puede influir en que el segmento de bajos ingresos sea más optimista, agregó. Una de las razones podría ser en que este tipo de segmento la mayoría trabaja en la informalidad y al observar una apertura diversas actividades económicas en el país visualicen una mejor situación para finales de año.

Según Rodríguez la dinámica que se ha observado es que las personas que se desarrollan en la informalidad son más flexibles en cambiar de lugares de venta, de tipo de producto o buscar otro tipo de trabajo también informal, en tanto quienes están en los segmentos de más altos ingresos la mayoría está en trabajos formales, algunos están suspendidos y dependerán de cuando reanude actividades la empresa en que laboran y si van a llamarlos de nuevo o qué sucederá.

La mejora en la recepción de remesas en los meses recientes respecto de mayo y abril puede estar influyendo también en una visión positiva para los segmentos de bajos ingresos, comento.

El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, Paul Boteo opina que puede influir en la percepción en los segmentos A, B y C1 en que probablemente son personas con más acceso a la información y hayan observado la experiencia de otros países respecto a su reactivación, surgimiento de nuevos brotes de contagios y que en algunas ciudades o países se está considerando cerrar de nuevo las actividades económicas.

En tanto coincide con Rodríguez en que la percepción de positivismo en segmentos de bajos ingresos pueda estar más influenciado por el proceso de reapertura de actividades que se ha tenido las últimas semanas.

Si se observa de manera lineal se puede percibir que cada vez habrá mayor apertura, pero tampoco se debe olvidar la posibilidad de rebrotes, insistió.

Boteo dijo que el segundo trimestre reportó una mayor caída que el primero, según datos que maneja la organización a la que pertenece este cayó entre 8% y 10% interanual,

Agregó que en los dos últimos trimestres del año se va a tener mayor libertad de actividades y se podría prever que mejore el desempeño de la economía con respecto al segundo trimestre, pero seguirá menor respecto del 2019. Comentó que prevén que la caída al cierre del año sea de entre 3% a 5%.

“Veo un optimismo moderado respecto a lo que podamos vivir los próximos seis meses”, dijo Boteo. Sin embargo, de darse una segunda ola el resultado podría ser peor, agregó.

En tanto Fernando Spross, analista económico de Fundesa, dijo el martes que de darse una segunda ola de contagios en septiembre y octubre, como lo mencionó la Coprecovid, es posible que ya no cambien las previsiones que se tienen de una caída del 2% en la economía para el cierre de año.

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