La Finca de Color es una de las más grandes productoras de rosas, y según Jorge Mario Salazar, encargado del lugar, en Parramos existen unas seis fincas y cuatro organizaciones dedicadas a la producción de flores, y la mayoría apuesta a la plantación de rosas.
Con orgullo, Salazar comentó que el 85% de las rosas que producen se exportan a Centroamérica, Canadá y Estados Unidos, y el 15% restante se distribuyen en el mercado nacional.
plantas
mil 668 metros cuadrados se producen.
Febrero es temporada alta para la venta de flores, según Salazar, quien refirió que también mayo es una ventana importante de comercialización, ya que en ese mes se celebra el Día de la Madre, además de noviembre, por el Día de Todos los Santos.
El encargado de la Finca de Color comentó que durante los meses de baja demanda se enfocan en cuidar la tierra y las plantaciones.
Manos de mujer
Sigda Chacón Morales, representante de la Asociación de Desarrollo Integral (Agedi), indicó que desde hace unos cinco años un grupo de viudas en condiciones de pobreza de ese municipio apostaron por trabajar en la producción de rosas, debido la falta de oportunidades laborales en el lugar.
Después de esos años, agregó Chacón Morales, han encontrado estabilidad y el grupo sigue siendo integrado por las 22 mujeres con las que se inició la iniciativa.
En la actualidad comercializan las variedades véndela, jaya magic, topas y moana. Como innovación, las productoras apuestan por una nueva especie color melón o rosa pálido.
Según Chacón Morales, Agedi ha logrado vender un promedio de mil manojos de 24 botones o rosas de primera calidad. El precio a mayoristas es de Q50 y Q60.
Inversión
Chacón Morales dijo que cada planta les produce cada año un promedio de 36 rosas, y su tiempo de vida es de cinco años.
Según la representante de Agedi, luego de esos años se va perdiendo la calidad del producto y es necesario plantar un nuevo rosal, para cubrir el mercado en estas fechas.
Agregó que la asociación tuvo que invertir en los esquejes, que llegan a costar US$0.90, y además hacen injertos para obtener nuevas variedades.
Para cuidar los brotes invierten en redes protectoras, aunque estos gastos que se recuperan durante las temporadas altas.