Sin embargo, como los aeropuertos de la región se reabrieron recientemente y la situación es cambiante y se hacen ajustes constantemente no necesariamente se operen todos, agregó la entidad.
El director ejecutivo y CEO de ALTA, José Ricardo Botelho, dijo que estiman ese número, pero dependerá de cómo se vaya reactivando la operación de los vuelos luego de que los aeropuertos estuvieron cerrados por seis meses.
Con la reactivación paulatina de operaciones de las líneas aéreas en el país se tendrá un promedio de 9 vuelos al día durante octubre, que representaría unos 270 este mes, y los números podrían crecer durante noviembre y diciembre según la demanda indicó Agla.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) reportó que del 18 de septiembre al 18 de octubre ingresaron al país 80 mil 597 personas y salieron 69 mil 457.
El Comité de Operación de la bodega de Carga Aérea (Combex-Im) indicó que al 27 de septiembre, en ese mes se registraron 450 vuelos de carga (incluyendo llegadas y salidas).
Botelho agregó que reapertura del Aeropuerto La Aurora “la vemos como una noticia muy positiva para la región. La aviación es un medio de transporte seguro y de extrema importancia para Latinoamérica y el Caribe, por su aporte al desarrollo socioeconómico de los países, por un lado, y porque no contamos con alternativas eficientes para el transporte de nuestra población y la llegada de visitantes, por otra vía”.
Hay factores que determinarán la velocidad en que se pueda dar la recuperación de las operaciones en la región de Latinoamérica y El Caribe, incluyendo en Guatemala, comentó.
Uno de estos es el mercado étnico o de nostalgia hacia y desde Estados Unidos y Europa. El turismo étnico, son los viajes de residentes en Estados Unidos a sus países de origen, además de la posibilidad que familiares viajen hacia aquella nación para visitarlos.
Según la Cancillería en Estados Unidos hay unos 3 millones de guatemaltecos, y según datos de la oficina del censo alrededor de 400 mil ya son ciudadanos estadounidenses.
Los mercados domésticos también serán importantes, agregó. Sin embargo, Guatemala no efectúa muchos vuelos internos.
También influye en la demanda de vuelos la topografía de los países que hace otros medios de transporte inviables o la falta de otras opciones de viaje.
Falta competitividad
“Las aerolíneas están volviendo a operar más chicas, con menos rutas, menos frecuencias, menos aeronaves. Los países deberán ser más competitivos para atraer a las aerolíneas y pasajeros de vuelta y retomar la conectividad que tenían antes del covid-19”, expuso el director ejecutivo de ALTA.
Mencionó que la conectividad aérea es clave para liberar el potencial de crecimiento económico de un país, de esta manera le permite atraer inversión empresarial y capital humano y desarrollar de manera directa, indirecta e inducida numerosos sectores económicos. Aspecto que ayudará también a mejorar la conectividad aérea después de la pandemia.
“Un aumento en la conectividad aérea estimula el turismo, que es vital para la prosperidad económica de muchos países. Para el caso específico de Guatemala, la industria de viajes y turismo representa 6.2% de la economía y 6.5% de los empleos”, expuso.
Sin embargo, dijo que el país debe mejorar su competitividad en viajes y turismo.
Explicó que Guatemala ocupa el puesto 99 en competitividad de viajes y turismo a nivel global de según ranking del Foro Económico Mundial. Dentro de este, una de las brechas más importantes son los impuestos y tasas a boletos aéreos (ocupando el puesto 56).
Por ello considera que una reducción de impuestos podría generar más demanda de viajes al país en el corto y largo plazo. Mencionó que reducir impuestos estimula la demanda como ocurrió en Chile y Cartagena (Colombia), pero también expuso que es necesario trabajar unido a eso una una política y campañas de atracción del turismo bioseguro, aspectos que podrían incrementar la competitividad del país en estos términos.
En tanto David Hernández, Gerente de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para Centroamérica, Ecuador y Venezuela, expresó que están conscientes de las limitaciones financieras de los países de la región, incluyendo a Guatemala, sin embargo, un importante alivio podría aplicarse a través de incentivos de reducción o exoneración de tasas y cargos.
El directivo de IATA coincidió con el ejecutivo de ALTA acerca de la necesidad de una labor integral junto a las autoridades del país no sólo a nivel local sino internacional para volver a hacer atractivos y sobre todo seguros a los destinos como Guatemala y así estimular la demanda. Agregó que también es importante armonizar los procesos y las regulaciones entre los gobiernos.
Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) mencionó que un aspecto que ayudará es la reforma a la Ley del impuesto sobre la renta (ISR) aprobada a inicios de año por el Congreso para evitar la doble tributación incentivará la atracción de más vuelos y conectividad, conforme se vaya normalizando las operaciones después de la pandemia del coronavirus.
A su criterio no son los impuestos o las tasas las que deberían mejorarse, sino la infraestructura aeroportuaria. Mencionó que Guatemala tiene competitividad mucho más limitada que otros países por falta de más aeropuertos internacionales. Es necesario, aparte de modernizar y ampliar el Aeropuerto La Aurora y el Mundo Maya en Petén, mejorar la infraestructura en Quetzaltenango, Huehuetenango, Puerto Barrios y Retalhuleu para incentivar más vuelos nacionales e internacionales.
Otra opción es la propuesta de un Aeropuerto de carga en San José, Escuintla, proyecto anunciado por el actual gobierno, agregó Zapata. Podría empezar con carga y paulatinamente ir integrando vuelos de pasajeros, comentó.
Zapata dijo que se deberá retomar, cuando las condiciones del mercado así lo permitan, los avances de las pláticas para lograr convenios con 22 aerolíneas con las que ya se tenían conversaciones en el 2019 para aumentar la conectividad en el país.
Vuelos en la región
Según ALTA los vuelos desde y hacia Centroamérica representaron en 2019 el 12% de los vuelos totales desde y hacia Latinoamérica y el Caribe, región que registró 456 mil vuelos en el año. “Ese dato demuestra la relevancia de los países centroamericanos para el tráfico aerocomercial” dijo Botelho.
“En total para Latinoamérica esperamos que en los dos meses se operen 130 mil vuelos, lo que representa aproximadamente un 20% del volumen total que mantenían estos dos meses en 2019”, agregó el directivo de ALTA.
- En Centroamérica, 26 aerolíneas tienen alrededor de 14 mil vuelos publicados para operar en el itinerario con 94 rutas en total, durante dos meses, añadió.
- Con los efectos de la pandemia se estima que la región cerrará el año con una conectividad similar a la que tenía en 2009.
- La recuperación será progresiva, se espera que para diciembre se pueda llegar a operar casi el 50% de la capacidad planificada originalmente y poco a poco recuperar el tráfico en la región, según ALTA.
Según ICF, solo hasta el 2025 se verían los niveles de tráfico de 2019 en la región. “De acuerdo con estos cálculos, la región de Latinoamérica y El Caribe tardaría un poco más en recuperarse en comparación con el promedio global. Esto muestra que será una recuperación lenta y con retos importantes a medida que la industria implementa los protocolos de bioseguridad que permitan reactivar las operaciones de manera segura y eficiente y los usuarios retoman los viajes”, explicó Botelho.
Hernández mencionó que ya no es necesario seguir restringiendo el transporte aéreo, ya que la industria cuenta con protocolos estrictos de bioseguridad por lo que se debe “aprender a coexistir con el virus hasta que se encuentre una vacuna”.
Además, dijo que la aviación está lista para desempeñar su papel en la recuperación socioeconómica de los países, pero se necesita seguir trabajando con los gobiernos para facilitar el reinicio de las operaciones de manera segura, eficiente y armonizada.
Según IATA habrá una contracción significativa en las operaciones aéreas, algunas aerolíneas ya han indicado que (al inicio e la reapertura) operarán menos del 10% de los vuelos que manejaban antes de la pandemia.
La recuperación será lenta, por el momento las cifras económicas demuestran una débil demanda y un reducido flujo de pasajeros y los pronósticos de IATA refieren que los volúmenes de tráfico doméstico de 2019 no se volverán a alcanzar hasta 2023 y en el internacional hasta 2024, expuso Hernández.