“Déjeme ser clara: no estoy haciendo sonar las alarmas, señalo que estamos en alerta. Ha habido una pérdida de impulso en el crecimiento” , apuntó la semana pasada la directora general del FMI, Christine Lagarde, en un discurso en Fráncfort.
En sus últimos cálculos, divulgados en enero, el organismo internacional redujo las previsiones globales en dos décimas, hasta el 3.4 % para 2016 y de 3.6 % para 2017.
Desde entonces, la desaceleración de China ha continuado lastrando las perspectivas de economías exportadoras de materias primas como Rusia y Brasil, ambas en recesión por segundo año consecutivo, y de otros mercados emergentes.
Preocupaciones
“Por supuesto, la agenda estará centrada en los mercados emergentes, con un gran foco en Brasil (…) En el lado de los avanzados, la principal preocupación probablemente será el ” brexit“, la salida del Reino Unido de la Unión Europea” , dijo Jacob Kirkegaard, investigador del centro de estudios Peterson Institute for International Economics, con sede en Washington.
Además, la recuperación en Japón o Europa, con tasas por debajo del 2 %, se juzga como demasiado frágil, por lo que el Fondo volvió a insistir en la importancia de reformas estructurales que revitalicen el mercado laboral.
En el lado positivo, la institución dirigida por Lagarde situó a Estados Unidos, que mantiene una robusta senda de crecimiento; y a México, que sigue con una tendencia positiva en contraste con el frenazo de América Latina.
Por otro lado, y a buen seguro, la masiva filtración de documentos de los papeles de Panamá será otro de los focos de atención, especialmente en referencia a la política fiscal y de incentivos que en ocasiones ha defendido el FMI.
Estos documentos filtrados del despacho de abogados de Panamá Mossack Fonseca han revelado cómo varios países caribeños y centroamericanos habían sido utilizados para establecer empresas y activos opacos de personalidades de todo el mundo y beneficiarse de ventajas fiscales.
“Sí, todos en las economías avanzadas tienen una necesidad política de condenar esto y el propio FMI, junto con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), querrán subrayar todo el trabajo que realizan para promover la transparencia fiscal” , explicó Kirkegaard.
A juicio del experto, “una de las cuestiones clave será cómo los mercados emergentes tratarán este asunto, ya que seguramente pierden más económicamente por esto, pero irónicamente parecen tener un mayor umbral de tolerancia para evasión fiscal de las élites” .
Habrá, además, espacio para la habitual cumbre de ministros de Economía de los países miembros del G20, que reúne a las veinte mayores economías del mundo y en donde es más previsible que se analice la repercusión de los papeles de Panamá.
También, los analistas prevén que la cita ponga sobre la mesa un nuevo capitulo del drama sobre el tercer programa de rescate financiero a Grecia.
El Fondo aún no ha confirmado su participación en este tercer programa de rescate, a la vez que ha insistido en la necesidad de un alivio de deuda por parte de los socios europeos que vaya acompañado de reformas estructurales profundas por parte de Atenas.
La reunión del FMI y el Banco Mundial (BM) , las dos instituciones creadas tras los acuerdos de Bretton Woods de 1944, se prolongará hasta el domingo 17 de abril.