René Muñoz Barnoya, representante de una de las empresas afectadas, explicó a Prensa Libre que se les ha permitido circular en la zona mencionada y clientes del casco urbano de Xela han llegado a recoger producto que les urgía para la edificación de sus obras; sobre todo, block y agregados.
La libertad de movilidad ya se está dando en la referida zona donde se encuentran las industrias, así como el acceso de vehículos que transportan materias primas, cemento, agregados, diésel y gas licuado de petróleo que se requieren para la producción.
“La reactivación en las fábricas es parcial y hay algunas materias primas que hacen falta, pero algunas ya empezaron a operar e inicialmente se está ordenando el abastecimiento”, aseguró el directivo.
De momento, las operaciones reportadas desde el jueves se realizan en horarios diurnos y por la noche no se han realizado intentos para circular, en previsión de cualquier eventualidad.
El recuento
Los datos preliminares indican que en Xela hubo escasez de los productos que se utilizan en la construcción y que son elaborados en las referidas plantas. Para atender el mercado, fue necesario trasladar hasta 75 mil metros cúbicos de agregados desde otras fábricas, sobre todo de Suchitepéquez, Retalhuleu y Chimaltenango, lo que ocasionó un alza de precios.
Por ejemplo, el metro cúbico de arena, que tiene un valor aproximado de Q200, pasó hasta Q350, por haber una alta demanda y los constructores tuvieron que pagarlo, pero se espera que el mercado se vaya regulando, cuando las plantas comiencen a operar con toda su capacidad, señaló. En el caso de block, se dejaron de producir alrededor de 2.2 millones de unidades.
Constructores de Xela ya habían denunciado el encarecimiento de los insumos, así como la suspensión o reprogramación de proyectos, dado que los materiales se emplean para la obra gris, por lo que algunos tuvieron que absorber los costos, mientras que otros decidieron reducir la plantilla laboral.
El gerente de la empresa Proyser, Fredy Guzmán, fue uno de los que tuvo que absorber alrededor del 30% de los costos para continuar con sus obras comerciales y habitacionales, pues ya tenía contratos y fechas de entrega pactadas con sus clientes.
Muñoz Barnoya consideró que las plantas trabajarán en los próximos días en alrededor del 60% de su capacidad de producción, hasta que esté más claro el panorama.