Sabemos que las tres principales fuentes iniciales de financiamiento para emprender son “ la familia, los amigos y los tontos”, es decir, esas personas que confían en el plan de negocio y le dan una mano al emprendedor, pero superada esta etapa el negocio necesita de inyección de capital para poder trascender realmente.
Recurrir al banco actualmente puede ser bastante frustrante, ya que nuestro sistema bancario es extremadamente conservador respecto al emprendimiento y no especialmente proclive a financiar proyectos de emprendimientos. No hay productos financieros específicos por el riesgo que suponen, aunque usted pueda acreditar una garantía. Si desea montar un negocio nuevo pero no cuenta con antecedentes como empresa de un par de años buenos y garantías reales, simplemente no le van a dar el dinero.
Algunos bancos promocionan que las personas inicien un negocio a través de solicitar un crédito de consumo. El problema con este tipo de crédito es que las tasas de interés hacen inviable económicamente muchas veces un proyecto; usualmente, la tasa de estos créditos va del 16 hasta el 20 por ciento y hasta más, y por otro lado, los techos de crédito oscilan en Q200 mil, que en muchas ocasiones, y según la experiencia, no son suficientes para montar un proyecto que produzca los ingresos requeridos para generar impacto, flujo de caja suficiente para ser atractivo y generar impacto importante.
Así que el sistema de emprendimiento recorre a otras figuras como capitales de riesgo, ángeles inversionistas, programas de fondos semilla, el crowfunding, vender participación accionaria y otras figuras que están siendo implementadas ahora, pero ¿cuál es la clave para lograr que personas desconocidas inviertan en su negocio y cómo hago para llegar a ellos?
De acuerdo con Peter Sage, maestro del emprendimiento, primero es necesario que usted logre generar suficiente propuesta de valor para su negocio. Valor no es lo mismo que precio o rentabilidad; valor es el diferencial más crítico que marcará la diferencia entre ser uno más del montón o realmente tener potencial y por lo tanto atraer inversión para echarlo a andar; y segundo, investigue. Hay mucha más información y recursos de los que usted había imaginado, porque la necesidad es la madre de la inventiva y quizás haya que agradecerle a la banca tan conservadora que no presta dinero para emprender porque esto ha obligado a crear modelos, redes y sistemas que, conociéndolos, aplicándose y trabajando, le permitirán iniciar su negocio.
Agradezco a la Universidad Rafael Landívar por invitarme a ser juez del StartUp Weekend para emprendedores este fin de semana y contribuir con el estímulo del emprendimiento, un verdadero honor.
Director General de Francorp.