Nos fue mejor de lo que preveíamos. Debido al esfuerzo que han hecho los productores cerramos la cosecha en 4.2 millones —de sacos de 60 kilos— de exportación. La cosecha pasada fue de 3.9 millones de sacos.
En medio de la crisis de insostenibilidad económica que ha denunciado el sector caficultor ¿Qué significa haber mejorado la cosecha?
Sin duda es positivo en términos generales tanto para Anacafé como para los productores.
Seguimos en la lucha a nivel mundial para concientizar a la cadena e industria del café ya que hay serios problemas que generan insosteniblidad económica y ambiental.
productores hay registrados en el país y se calcula que generan unos 400 mil empleos.
Cafetaleros de Guatemala y de Colombia estuvimos en Nueva York, invitados por la Organización de Naciones Unidas y cooperación internacional, hablando de la sostenibilidad ambiental, y están preocupados pero al mismo a tiempo conscientes de que el café es un cultivo amigable.
Es una preocupación genuina dados los últimos estudios internacionales como el del Instituto Australiano Ambiental en donde la alarma y la preocupación es que en 30 años podríamos tener 50% menos de área productiva y eso significaría 50% menos de producción mundial, a menos que todos los países tomemos conciencia del cuidado ambiental.
¿Logró el sector conformar el comité internacional para producción de café luego del primer Foro Mundial de Productores efectuado en julio?
Sí, somos 11 integrantes. En el evento de la Organización Internacional del Café (OIC) efectuado en Costa de Marfil tuvimos la primera reunión; yo represento a Centroamérica y el Caribe en Promecafé.
Hay un pequeño plan de trabajo y el primer paso es la contratación de una empresa para efectuar un estudio que determine los costos de producción.
Anacafé y el Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Modernización de la Caficultura (Promecafé) ya hicieron su estudio con la firma Central American Business Intelligence (Cabi).
La idea es poder, de común acuerdo con la industria, con transparencia y honestidad demostrar que los costos de producción actuales son mucho más altos que los precios de mercado.
Se debe encontrar una solución porque el consumo de café, la demanda y los requerimientos para mejor calidad del café están creciendo.
El mercado busca calidad y se nos exige muchas acciones de tipo laboral, social y ambiental que desde luego el mundo cafetalero está anuente a llevarlas a cabo, pero todo se reduce al recurso económico. Si el precio no se ajusta a la realidad no hay nada que hacer.
Subió el volumen de ventas, pero el precio estuvo un poco bajo durante el año. ¿Cómo fue el ingreso de divisas en este año cafetalero?
Para Guatemala logramos en esta cosecha un promedio de US$172 por saco. El precio sigue oscilando entre US$125 y US$136, pero por las calidades del café de Guatemala se ha logrado un diferencial más o menos de US$50 lo cual nos ha permitido promediar, por calidad, US$172, aunque con ese precio aún estamos abajo del costo, pero no tan mal como estaríamos de no tener la calidad que nos diferencia de los demás países.
del producto interno bruto de Guatemala significó la producción cafetalera en el 2016.
También se debe tomar en cuenta, y Guatemala lo presentó en Medellín en el Foro Mundial de Productores, que ese dólar que nos pagan ahora no vale lo mismo del que nos pagaban en la década de 1970 porque el valor de la moneda es menor. Antes con lo que generaban 100 sacos de café se lograba comprar un tractor, ahora se necesitan 2 mil sacos.
¿Qué previsiones tienen para el año cafetalero 2017-2018?
Todo va a depender de que recursos se logren. Hemos insistido con el Ministerio de Agricultura para que en el presupuesto del próximo año se pueda dejar previsto los Q400 millones del fideicomiso que lamentablemente fueron malversados en el gobierno de Otto Pérez Molina.
Solo hemos podido renovar el parque cafetalero en 15%, y los cafetales son ya muy viejos con un promedio de entre 15 y 25 años. Otros países, que han tenido apoyo financiero, ya tienen renovado sus cafetales y al ser una planta más joven es más resistente a enfermedades como la roya y se vuelve un cafetal más rentable por productividad.
Si en el futuro logramos un mejor precio sería mejor, pero si los precios responden a las necesidades de los productores y se produce en una forma óptima el resultado mejora.