La investigación del Departamento de Justicia que llevó a la multa anunciada hoy demostró que Moodys engañó a los inversores al inflar la calidad crediticia de las hipotecas durante los años previos al estallido de la burbuja financiera.
La agencia utilizó un método diferente y más laxo para esas calificaciones que el que posteriormente publicó haber empleado.
“Los inversores confiaron en que las calificaciones crediticias de Moodys fuesen objetivas e independientes, y naturalmente esperaban que Moodys siguiera sus propios métodos publicados”, dijo el fiscal Benjamin C. Mizer, jefe de la División Civil del Departamento de Justicia.
Con el acuerdo alcanzado, Moodys reconoce esas prácticas irregulares.
De los US$864 millones de la multa, US$437.5 millones irán al Departamento de Justicia y los US$426.5 millones restantes a 18 estados y al Distrito de Columbia, que tenían procesos abiertos contra Moodys o la intención de demandar a la calificadora.
En el 2015, Estados Unidos multó a la calificadora Standard & Poors (S&P) con US$1 mil 325 millones por inflar hipotecas basura, mientras que el año pasado hizo la propio con Goldman Sachs, con la que alcanzó un acuerdo por US$5 mil 100 millones.
La multa más alta fijada por el Gobierno de EE. UU. por la crisis de las hipotecas fue la que recibió en el 2014 el Bank of America, de US$16 mil 500 millones, mientras que recientemente Deutsche Bank acordó el pago de US$3 mil 100 millones.