Desde pequeños, los hermanos fueron orientados por sus padres a sentir gusto por el trabajo.
“Nuestra madre nos enseñó desde pequeñitos la técnica de la filigrana para hacer tarjetas y de allí nació la inquietud para continuar con el trabajo de la tarjetería”, explica Liss.
Los hermanos Mauricio creen que el trabajo fuerte, la excelencia y la fe son los ingredientes para un emprendimiento exitoso.
Aprender del miedo es, para Antonio Mauricio, una de las claves de emprender, pues se debe vencer haciendo, dando el primer paso y sin temerle al fracaso.
No temer a ser creativo, pues conforme se practica, la creatividad va surgiendo y desarrolándose, afirma Yanira Mauricio.
Para Liss Mauricio, todo debe llevar el sello de la excelencia: “En todo lo que se emprenda se debe buscar la calidad y la pasión, como si se fuera hacer para uno mismo”. Es vital cuidar los detalles en todo, afirma la emprendedora.
Para ofrecer un servicio más completo, los emprendedores comenzaron por buscar la maquinaria necesaria para reforzar el trabajo de elaboración de tarjetas y sobres. Recuerdan que con grandes esfuerzos económicos adquirieron sus primeras máquinas troqueladoreas y perforadoras.
Ahora su emprendimiento lleva el nombre de Anyaliss, que es una combinación del nombre de los tres hermanos.
Trabajo personalizado
“La ventaja de trabajos que son elaborados es que tienen mucha demanda y son muy apreciados por las personas”, dice Liss.
Agrega que, poco a poco, a las tarjetas se fueron sumando nuevos productos como impresiones en tela, playeras, gorras, tazas, almohadas y cuadros, entre otros, aunque la especialidad se orientó hacia los paquetes para fiestas y celebraciones.
En un paquete de fiesta, por ejemplo para una boda, se pueden incluir misales —folleto litúrgico que contiene todas las ceremonias, oraciones y rúbricas para la celebración de la misa—, tarjetas, recuerdos, servilletas, tazas, playeras para la novia y el novio, así como botones.
De manera paulatina, con las habilidades que fue adquiriendo Antonio —el segundo de los hermanos y diseñador gráfico— en la técnica conocida como sublimación, y Yanira, otra de las hermanas, en la elaboración de regalos personalizados con la técnica de la filigrana de papel, la actividad empezó a aumentar.
La sublimación, explica Antonio, es transferir algo líquido a algo sólido, sin pasar por el proceso gaseoso, y se emplea en cualquier superficie.
De esa forma se pueden transferir imágenes a textiles, cerámica, vinil, plástico, PVC y hasta a metales, como el aluminio.
Se emplea una tinta especial que forma un sustrato que impide la absorción por el papel, y posteriormente se coloca sobre el material a trabajar fundiéndose la imagen en el mismo por medio de temperaturas que llegan a los 400 grados Fahrenheit.
Cumpleañeros
La aventura que empezó hace casi un año con la elaboración de las tarjetas de boda de Antonio, ahora es una empresa formal que ofrece diversos productos, entre ellos una línea de tarjetas troqueladas con fusión de filigrana.
Como parte de su proyección hacia otros emprendedores, los Mauricio Ábrego importan máquinas troqueladoras manuales y enseñan a otros interesados a utilizarlas.
Como parte de la venta, los hermanos ofrecen capacitación para conocer la máquina, los materiales que necesitan y que tratamiento darles, así como la orientación para hacer un plan de negocios.