Los datos corresponden al primer trimestre de este año, que son los más actualizados, y al buscar el detalle, se observa que dentro de los 25 productos principales que exporta el país (clasificados con base en los montos que generan), al menos 14 de ellos reflejan caídas.
Por ejemplo, el sector que generalmente más divisas aporta por ventas al exterior es el de vestuario y en el período mencionado, se registran US$386.5 millones, para una disminución de -13.8%, lo que es congruente con una reducción del volumen vendido (-13.2%). De materiales textiles (tejidos o telas), se exportaron US$86.9 millones, para una baja de -16.7% y un volumen menor en -14.2%.
El café reportó US$272.4 millones, para una baja de -17.1%, derivado de una combinación de caída en la cantidad (-9.7%) y el precio (-8.1%). En el caso del cardamomo la exportación fue de US$148.5 millones (-1.9%) y aunque el volumen subió 55%, el precio disminuyó 36%.
Otros que reportaron bajas en monto y en volumen fueron los insecticidas, fungicidas y desinfectantes; alimentos para animales; preparados de carne, pescado, crustáceos y moluscos; aluminio, y otros.
Sin embargo, también se registran productos con crecimientos, como las grasas y aceites comestibles (US$290.8 millones y un incremento de 7.8%); azúcar (US$264.5 millones y 1.9%); banano (US$232.9 millones y 3.5%).
Menos compras
En el caso de las importaciones, el descenso estuvo influenciado principalmente por la variación negativa observada en materias primas y productos intermedios para la industria con un descenso de US$508.4 millones (-20.5%), reportó el Banguat.
Pero también se observan disminuciones de volumen en los bienes de consumo (-6.2%), principalmente los no duraderos y los semiduraderos; y una reducción de -22.2% en la cantidad comprada de combustibles y lubricantes (que también registran un aumento de precio de 28.3%).
Los productos adquiridos llegaron principalmente de Estados Unidos con US$2 mil 608.1 millones (35.5%); República Popular China con US$873.2 millones (11.9%); Centroamérica, US$853.2 millones (11.6%); México, US$803.7 millones (11%); y la Eurozona, US$460.4 millones (6.3%); países y regiones que en conjunto representaron el 76.3% del total, agrega.
¿A qué se debe?
El 12 de mayo recién pasado, ante la Comisión Nacional del Salario (CNS) expuso Jorge Samayoa, subsidrector del departamento de análisis macroeconómico del Banguat, acerca de los aspectos macroeconómicos recientes, afirmando que la caída en las exportaciones se explicaba por menor volumen y precios más bajos.
También causó efecto un aspecto aritmético porque en el 2022 hubo precios muy superiores, los que ya se están estabilizando y se esperaría que en el resto del año esta situación se normalice, por lo que el crecimiento anualizado de las ventas al exterior estaría en alrededor 6%.
En cuanto a importaciones se ve un comportamiento bastante similar, debido a las mismas razones, por lo que el incremento al cierre del año se prevé en 8%.
El jefe de inteligencia de mercados de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) Jacobo Pieters, indicó que en los años recientes, el comercio exterior se encontró en una situación muy peculiar primero debido a las restricciones por el covid-19 y la posterior apertura de las economías; luego por el enfrentamiento bélico de Rusia y Ucrania, así como por los niveles de inflación.
Además, con la pandemia y el efecto en las cadenas logísticas, los fletes marítimos llegaron a costar entre US$12 mil y US$13 mil por contenedor, aspecto que encareció la cadena de suministro. En el 2020 disminuyó el comercio y luego en el 2021, se reportaron crecimientos de 14%, 20% y 30% respecto del año anterior en algunos artículos.
“Y ahora, en el 2023, la baja de las exportaciones se debe a varios aspectos: uno es la corrección en el precio de la cadena de suministros de la cadena internacional la cual está regresando a niveles normales ya que, por ejemplo, los fletes ahora reflejan precios de US$2 mil 500 y US$3 mil 500 por contenedor. Aparte está la inflación en Estados Unidos, donde ha aplicado una fuerte política monetaria, lo que genera cambios en el consumidor porque unos deciden gastar menos y otros buscan usar los recursos antes de que pierdan poder adquisitivo”.
En cuanto a artículos de vestuario, Alejandro Ceballos, vicepresidente de Vestex, atribuyó la baja en demanda al aumento de las tasas de interés mencionadas, lo que lleva a los compradores a buscar un mejor rendimiento y a reducir inventarios, lo que ha detenido muchos pedidos.
“Las caídas en los volúmenes en docenas y libras son mayores, aunque se está en mejores condiciones que en el 2021. La recuperación ya empezó porque es algo estacional y en la actualidad se produce el regreso a clases, que está demandando más camisas polo, shorts y pantalones, por lo que se esperan mejores números, aunque perdimos la temporada de primavera”, comentó.
Fundesa: La situación puede mejorar
Fernando Spross, analista de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), considera que en cuanto a las exportaciones, se esperaría un crecimiento menor que el del año pasado, considerando que Guatemala es parte de la economía global y factores como los precios internacionales y las altas tasas de interés afectan a todos.
“En general, en este año los precios promedio de los commodities en el mundo serán un poco más bajos que en 2022 y al mismo tiempo, el comercio internacional total crecerá menos.
No obstante, indicó que el sector textil podría terminar el año con un crecimiento superior al 10%, dadas las capacidades y la competitividad con que cuenta esta industria, aunque el desempeño está muy asociado al comportamiento de la economía de los Estados Unidos.