El Administrador del Mercado Mayorista (AMM) considera que el comportamiento del año pasado es una recuperación importante, considerando la relación que tiene el consumo del Sistema Nacional Interconectado (SNI) del país con el producto interno bruto (PIB): la economía tuvo un crecimiento de 7.5% en el 2021, luego de una caída de -1.5% en el 2020, según el Banco de Guatemala (Banguat).
Esa cifra no se observaba desde la década de 1990, debido a un “efecto rebote” significativo tanto en el consumo de energía, como en la actividad económica a nivel nacional, agrega el AMM en su página electrónica.
En los últimos cinco años, la demanda nacional ha crecido a un ritmo de 3.13%, aunque en los años previos a 2021, se había experimentado una disminución, atribuida en especial a nuevos usuarios auto-productores y el ahorro energético de aparatos eléctricos y electrodomésticos, expuso la entidad.
También subió la demanda de potencia máxima (energía que se consume en un momento dado del día) que fue de 1 mil 829.53 megavatios, lo que representa 2.4% más que en el 2020, y representa una cifra récord, indicó Edgar Navarro, presidente del AMM, quien expuso que el crecimiento de la demanda de potencia del año 2021 fue similar a años anteriores al 2019.
Explicó que la diferencia de porcentajes de crecimiento reflejados en la demanda de energía y en la potencia, se deriva de una mejora en la curva de consumo horario y de la mayor eficiencia en el consumo. Para el 2022 se prevé un crecimiento de 3.5% en consumo de energía y entre 2% y 2.5% en potencia, comentó Navarro.
Por departamento y actividad
El departamento de Guatemala representó el 41.2% de la demanda nacional de energía, con un crecimiento 7.05% respecto al año anterior, informó el AMM.
Le siguen Sacatepéquez con 26.95%; Baja Verapaz (24.48%); y Escuintla (12.51%). El único que no presentó crecimiento fue San Marcos (-4.73%). Del total, el 65.71% de la demanda está concentrada en Guatemala, Escuintla, Quetzaltenango, Huehuetenango y Sacatepéquez.
Según da a conocer el AMM, aunque la mayor actividad económica de Guatemala se concentra en la ciudad metropolitana, el área departamental está cobrando más importancia debido a la incorporación de nueva demanda, aumento del consumo industrial, residencial y comercial y crecimiento poblacional, además de nuevos grandes usuarios, como sucede en Sacatepéquez (industria, hoteles y grandes comercios).
También se reporta una fuerte recuperación del sector construcción a nivel nacional, que incluye también a ese departamento. Otra actividad que mostró dinamismo el año pasado fue el turismo nacional.
En el caso de Baja Verapaz, que es uno de los departamentos de menor consumo de energía, experimentó una fuerte recuperación debido nuevos usuarios relacionados con el sector agrícola durante 2021, lo que es atribuible a una mayor demanda de productos alimenticios a raíz de la pandemia. O sea que para atender el consumo nacional y las exportaciones, también creció la producción de energía.
Por tipo de recurso, el que más aportó fue el de las plantas hidroeléctricas, seguido del carbón, la biomasa proveniente de la caña de azúcar, importaciones de México y del Mercado Eléctrico Regional (MER), así como derivados del petróleo, solar, eólico, geotermia, biogás y gas natural.
Más producción
En el 2020 cayó la generación en -8.7% influida por una baja en el consumo nacional por la industria y el comercio, además de las exportaciones, pero en el 2021 la recuperación fue del 7.9% y se produjeron 13 mil 172.81 Gigavatios hora (GWh).
Precisamente, las exportaciones hacia México y hacia los países de Centroamérica por medio del MER bajaron 49% en el 2020, aunque en el 2021 crecieron 11.8%, y se situaron en 1 mil 188.58. Sin embargo, tanto en la producción como en las exportaciones, aún no se llega a los niveles de la prepandemia.
Ello se debe a que existen inversiones en generación que se han realizado en la región, por lo que podrían estar demandando menos energía para importar. También puede influir el ritmo de recuperación económica de los países a los cuales se exporta de manera regular y a los precios de la energía que estos tienen, ya que las ventas que se realizan desde Guatemala tienen una importante componente de transacciones de oportunidad (es decir que no son precios fijos).
Navarro expuso que el consumo en el mercado nacional aumentó porque se levantaron más restricciones de actividades, las personas empezaron a salir más y muchas industrias recuperaron su producción, en especial las que se dedican a artículos de higiene, limpieza y desinfección.
En el caso del hogar, se mantienen altos consumos debido a que muchas personas aún laboran en modalidad de teletrabajo y la mayoría d estudiantes aún reciben clases virtuales, lo que provoca que dispositivos como computadoras, tabletas y teléfonos, además de otros aparatos como televisores y aparatos de cocina, se usan más.
“El hecho de que las familias aún este concentradas más tiempo en sus casas, provoca que el consumo energético sea mayor en el hogar”.