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El crecimiento del flujo de remesas tiende a disminuir y a julio solo subió 7%

En los últimos siete meses, Guatemala recibió US$12,090.3 millones procedentes de migrantes en el exterior, solo US$789.4 millones más que en igual período del año anterior. 

El crecimiento interanual del ingreso de divisas por remesas familiares tiende a desacelerarse desde el 2021 y a julio pasado, el indicador fue de un incremento de 7%. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El crecimiento interanual del ingreso de divisas por remesas familiares tiende a desacelerarse desde el 2021 y a julio pasado, el indicador fue de un incremento de 7%, de acuerdo con el registro que ubica estos recursos en US$12 mil 90.4 millones (unos Q93 mil 579 millones), lo que significa US$789.6 millones más que en el mismo período del año pasado, según información del Banco de Guatemala (Banguat).

La desaceleración significa que hubo crecimiento, pero en un porcentaje menor a lo visto en otros años. Al hacer el recuento del 2010 para 2024, la variable muestra altibajos, pues durante ese período se presentó una serie de eventos que influyeron en el indicador, tales como la crisis financiera del 2008 y 2009 en Estados Unidos y recientemente, los efectos de la pandemia en 2020.

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De acuerdo con el reporte, en julio del 2020, el indicador apenas creció 1.4% y es atribuido a la emergencia sanitaria, pero en julio del 2021, saltó 39.6%, julio 2022, 21.2% y julio 2023 12.1%, respectivamente.

Uno de los pilares de la economía nacional es el ingreso de las transferencias monetarias que realizan los guatemaltecos residentes en el extranjero, tal como lo reconoció el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus conclusiones del Artículo IV durante esta semana, aunque expone que “la dependencia de Guatemala de las remesas condiciona la solidez del consumo privado a las condiciones del mercado laboral hispano de EE. UU., con mayor impacto en la población más vulnerable. Esta dependencia hace que las políticas monetaria y cambiaria de Guatemala sean más complejas y costosas”.

Las explicaciones

Prensa Libre consultó a Álvaro González Ricci, presidente del Banguat, quien brindó una explicación sobre la evolución del indicador. Inició explicando que el ingreso de divisas por remesas en julio -mensual- ascendió a US$1 mil 819 millones, superior en US$176.2 millones (10.7%) respecto a julio de 2023, cuando alcanzó US$1 mil 642.9 millones.

Pero en términos acumulados, el ingreso de las divisas a julio de 2024 registró el monto mencionado, confirmando el 7% interanual ya citado.  Entonces, “la evolución de las remesas a julio de 2024 es congruente con lo previsto, es decir, una desaceleración respecto al amplio crecimiento observado en los últimos años”.

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El funcionario apuntó que el comportamiento a julio “también es consistente con el crecimiento esperado para fin de año de alrededor de 9%, con un flujo de US$21 mil 685 millones”, que equivaldrían a unos Q168 mil millones.

Sobre los factores que han influido, declaró que “las remesas familiares dependen fundamentalmente de la situación del empleo en los Estados Unidos y de los ahorros que hayan acumulado los compatriotas en dicho país”. En un escenario de desaceleración económica en los Estados Unidos, las remesas familiares también podrían ser afectadas, advirtió.

“Las remesas familiares dependen fundamentalmente de la situación del empleo en los Estados Unidos y de los ahorros que hayan acumulado los compatriotas en dicho país”

Álvaro González Ricci, presidente del Banguat

En cuanto a las perspectivas de las expectativas para 2025, dijo que el aumento esperado es de 6% a 7%, lo que también depende del efecto de las políticas anti inmigratorias que pudieran establecerse en 2025. Cabe indicar que a pesar de que la tasa de crecimiento se desacelere, el flujo en millones de dólares seguiría siendo alto”.

Crecimiento sostenido

De acuerdo con el analista en temas migratorios Pedro Pablo Solares, la cifra récord en este año se alcanzó en mayo con US$1 mil 980 millones, lo que es parte de la tendencia sostenida e ininterrumpida que ha caracterizado a las remesas en más de 20 años, por lo que a su juicio, no tiene nada que ver con las medidas de política migratoria, sobre todo en un año electoral en EE. UU.

Recordó que después de la marcada aceleración en el año de la pandemia, y su natural desaceleración, “se está regresando a la tendencia de crecimientos anuales de 10 a 12%, incluyendo el récord de mayo pasado”. 

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Solares añadió que, si se vuelve a la tendencia de crecimiento predominante en la última década y excluyendo los años durante y post pandemia, se podría anticipar que para lo que queda del año se estaría cerrando con un incremento interanual de 11% a 12%.

Y sobre ello, manifestó que hay características propias de ciertos meses como la longitud del mes, cantidad de fines de semana, feriados, asuetos y fechas especiales, que generan aumentos modestos en algunos meses como ocurrió en marzo y en otros tendrán incrementos más fuertes.

El analista anticipó que, en total, en 2024 se podrían recibir arriba de los US$22 mil millones, que sería mayor en unos US$315 millones al pronóstico oficial.  

Afecta el desempleo

A juicio de Clynton López Flores, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín, la desaceleración del crecimiento de remesas se esperaba desde hace un tiempo, pues la pandemia modificó los comportamientos de los agentes económicos y para algunos segmentos de migrantes, el trabajo se multiplicó en dinero y cantidad.

“Ahora, la economía estadounidense está en un proceso de desaceleración que inició por una reducción en la creación de empleo, lo que influye en el monto de remesas recibido. Aunque hay cierta resiliencia de las remesas al ciclo económico, si hay efectos directos derivados de la caída global del empleo”.

Fundesa: Influyen varios factores

Fernando Spross, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), brindó una visión sobre la evolución del indicador:

¿Cómo interpretar la desaceleración del flujo de las remesas en comparación con los últimos cuatro años?

Efectivamente, se da una desaceleración en el crecimiento, que no es lo mismo que una disminución.  Podría decirse que es una moderación en el ritmo de crecimiento, pues pasó de crecer a julio un 21% en 2022 y un 12% en 2023, a 7%.  No obstante, esta moderación, en términos absolutos, el ingreso acumulado de divisas por remesas representa el mayor dato histórico para el período observado (enero-julio de cada año) desde que se inició el registro oficial de esta información.  Y el dato para fin de año, se espera que represente cerca del 20% del producto interno bruto (PIB) del país, que es una cifra significativa.

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¿Cómo entender esa dinámica en qué se desacelera el indicador, pero aumenta el monto?

Habría que tener disponible públicamente una serie de datos, que no necesariamente lo están, como por ejemplo el número de envíos u operaciones que respaldan estas transferencias y la remesa promedio (o cuánto envía cada uno de los migrantes a sus familiares en el país).  Al tener datos agregados únicamente podemos asumir una serie de factores que impactan en esa moderación. 

El primero es que efectivamente se ha venido dando una moderación en la actividad económica del país originador de las remesas, en este caso principalmente Estados Unidos, a lo que se suma la elevada inflación, que puede haber hecho que los migrantes tengan menor disponibilidad para enviar a sus familiares. 

Lo segundo es que la remesa promedio ha venido disminuyendo, pues de acuerdo con la última encuesta de OIM en 2022, el promedio enviado había aumentado a cerca de US$830, cuando la encuesta anterior había mostrado un promedio cercano a los US$400.  Por ello, es probable, que el promedio esté más cercano a una cifra intermedia (US$600 mensuales), lo que explicaría la desaceleración en la cifra global. 

Un tercer elemento, es el aumento del número de migrantes retornados de Estados Unidos, que se ha venido incrementando cada año.

A su entender, ¿habría una afectación directa a determinado sector productivo por esta desaceleración?

De acuerdo con la última encuesta de OIM en 2023, la población beneficiaria de remesas asciende a 6.6 millones de personas, de las que el 51.3% está en el área rural, siendo los departamentos de San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango los mayores, con un 27% del total. 

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También se encontró que el 52% de las personas que reciben estos fondos únicamente llegaron al nivel de escolaridad primario.  Estos datos hacen suponer que no habría una afectación directa significativa a determinado sector productivo, pues la mayor parte de las remesas (44%), se utilizan para consumo y únicamente un 17% para inversión. 

Sin embargo, un 12% de las remesas se utilizan para construcción de vivienda, por lo que este podría ser el sector que puede verse afectado; aunque por las características de las construcciones (área rural principalmente y mercado informal), el impacto puede no ser tan significativo.

Para Fundesa, ¿cuál es la estimación de cierre 2024 y perspectiva 2025 sobre las remesas?

La estimación de cierre para 2024 sería un monto cercano a los US$21 mil 300 millones, que significaría un crecimiento anual de 7.5%, dado el comportamiento de los últimos meses y las perspectivas económicas en Estados Unidos. 

Para 2025 no haría una estimación, ya que dependerá mucho de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos y la política migratoria que pueda adoptar el nuevo gobernante.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.