De acuerdo con Lipton, la región que se había caracterizado por inflación alta, desbalances contables y pobreza permanente exhibe actualmente una poderosa clase media aumentada con personas que salieron de la pobreza, y en general la inflación se limita a un dígito.
El experto -el segundo de Christine Lagarde en la estructura del FMI- admitió que la región sufrió el impacto generalizado por la caída en los precios de las materias primas como consecuencia de la desaceleración china, pero dijo que debe analizarse la situación interna de cada país.
Por ello, resumió Lipton, para que los países de la región puedan retomar el crecimiento es necesario que se concentren en políticas para recuperar la productividad, porque es una de las llaves que permitirá atraer flujos constantes de inversiones.
Sin embargo, dijo Lipton, “los países latinoamericanos deben tener presente la frase de la escritora Isabel Allende, según la cual todos tenemos una reserva desconocida de energía que aparece cuando la vida nos pone a prueba” .
– “Espacio para mejorar” –
A su vez, el analista brasileño Armínio Fraga, ex titular del Banco Central de ese país, recordó que “la región es demasiado heterogénea como para hacer generalizaciones muy amplias” pero que es necesario analizar porqué tres de las mayores economías de Sudamérica (Brasil, Venezuela y Argentina) atraviesan dificultades.
En opinión del economista Alejandro Werner, jefe de la división del Hemisferio Occidental en el FMI, Sudamérica sufrió más el impacto por el precio de las materias primas pero Centroamérica y el Caribe parecen haberse beneficiado de una relación más estable con la economía estadounidense.
Para Werner, los mayoría de los países de la región exhiben en general niveles bajos de desempleo y eso indica que una expansión deberá ser consecuencia no de la creación de más empleos sino de hacer más productivos los que ya existen.
La situación de Brasil, un gigante que creció apenas 0.1% en 2014 y para el que el FMI proyecta un retroceso de 1% este año, acaparó buena parte de la atención en el panel, que llenó una de las salas para escuchar al ministro de Hacienda, Joaquim Levy.
El funcionario repitió el mensaje tranquilizador que había empleado en Washington el mes pasado, durante la reunión anual del FMI y el Banco Mundial (BM) .
La situación brasileña es difícil “pero estamos convencidos que hay espacio para mejorar” , en especial en lo que se refiere a la productividad y la cuestión fiscal, aseguró Levy.
Con relación a la crisis por denuncias de corrupción en el seno de la estatal de hidrocarburos Petrobras, Levy dijo que la economía se beneficiará del proceso.
“Al fin de este proceso, como ya ha ocurrido en otros casos en Brasil, estaremos más fuertes. Estoy seguro que estos problemas de Petrobras tornarán no solamente a la empresa sino a toda la economía más fuerte” , expresó.