Esta posición ubica a Guatemala en la casilla 15 de 18 países latinoamericanos evaluados y en la posición 71 de 94 tomados en cuenta en el ranking mundial.
El IDS es un indicador que permite asignar un valor al nivel de desarrollo que tiene una sociedad, enfocándose en aspectos relevantes para los distintos grupos de la población. Evalúa 3 componentes a través de 12 índices internacionales distribuidos temáticamente: reducir las vulnerabilidades; crear oportunidades; y fortalecer instituciones.
Al igual que la mayoría de los países evaluados que se desempeñan de la media hacia abajo, un factor que influye en la reducción del nivel de desarrollo en Guatemala es la parte institucional.
La información fue presentada por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), cuyo analista Jorge Benavides, explicó que estos tres componentes (que incluyen 12 índices internacionales), permiten tener una radiografía de la capacidad del país para mantener en el tiempo, el nivel de desarrollo alcanzado.
“Es decir, la capacidad de conservar las condiciones que permiten a la población aumentar sus niveles de desarrollo sin retrocesos”. En esta ocasión, no se tomaron en cuenta la medición del índice de competitividad global y el Doing Business, que están suspendidos hasta mediados de año.
En retroceso
Desde el 2017 el IDS del país se ha venido deteriorando, luego de que entre el 2009 y el 2017 se mantuvo entre los 51 y 52.5 puntos, influido por temas que vulneraran la lucha por el desarrollo, como las condiciones de vivienda de la población, grandes retos en el manejo del agua, de fuentes de saneamiento y de indicadores recientes como tratamiento de desechos, basura y contaminación del agua.
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De los tres componentes que integran el IDS, la creación de oportunidades se ubica ligeramente por arriba de la media con 56.6 puntos. Los otros dos, reducir vulnerabilidades y fortalecer instituciones, siguen por debajo de la media con 48.9 y 36.1 respectivamente.
De los 12 índices internacionales que miden el desempeño de estos tres componentes, el índice de libertad económica subió 6 posiciones para ubicarse en el escaño 69 de 77 países evaluados; el índice de paz global subió 3 puntos, mientras que Estados frágiles y gobernabilidad ganaron una posición.
Los aspectos que marcaron una baja son percepción de corrupción; democracia; derechos de propiedad y de transformación. Mientras que los de competitividad, desarrollo humano y doing business, se mantienen igual. “Esperamos la actualización de estos índices para hacer un cambio en la evaluación presentada”, expuso Benavides.
Los retos
La oportunidad de mejorar la competitividad, con medidas como las de facilitar la apertura de empresas y generar crecimiento económico sostenible, parece ser uno de los compromisos a largo plazo. No obstante, sigue preocupando el fortalecimiento de las instituciones, en baja constante desde hace más de 10 años.
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Otro reto pendiente es la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, la profesionalización del Servicio Civil, la solidez y autonomía de la Contraloría General de Cuentas y, una carrera judicial que garantice la independencia de fiscales, jueces y magistrados.
“Guatemala debe generar un conjunto de reglas claras y transparentes, que garanticen certeza y seguridad jurídica para la inversión, y que con ello se cumplan los derechos y obligaciones establecidos en nuestra Constitución Política de la República. Esa es la gran tarea pendiente en materia de fortalecimiento institucional, que nos permita vivir en una economía de libre mercado y con Estado de derecho”, señaló Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundesa.
