“Para darle una idea de los volúmenes negociados en el mercado, si dividimos ese monto entre los días operados, nos daría alrededor de Q4 mil millones diarios”, ejemplificó el gerente general de esa empresa, Rolando San Román.
El 58.27% de estas negociaciones (Q604 mil 966.85 millones), se refieren a operaciones Overnight o títulos de deuda de muy corto plazo que normalmente se utilizan para recoger liquidez del sistema financiero y los bancos.
El 38.11% (Q395 mil 649.2 millones) fueron reportos, que son contratos entre dos partes, también a corto plazo, que cubren necesidades urgentes de inversión o financiamiento. El restante 3.62% se repartió entre Certificados de Depósito a Plazo (CDP’s), Bonos del Tesoro y títulos de deuda privada de los mercados primarios y secundario.
No obstante, en un contexto en el que las tasas de interés comienzan a subir y hay un estímulo al ahorro, una mayor diversificación de jugadores bursátiles permitiría al país contar con una opción alterna para los inversionistas.
Se requieren más jugadores
“La bolsa de valores nacionales está constituida con 17 agentes; de estos, hay pocos agentes individuales que tratan de poner más papel bursátil a disposición del público inversionista, por lo que uno de los principales retos ahora es disponer de más jugadores en el mercado, que estructuren más emisiones y más fondos”, opinó Deborah Robles, catedrática y experta en estructuración de fondos de inversión y emisiones de capital o deuda.
A su criterio, aunque el mercado bursátil ha venido evolucionando, aún le queda camino por recorrer para desarrollarse y representar una alternativa para los inversionistas. “Necesitamos que la regulación facilite estas estructuraciones (financieras), el acceso a los inversionistas a estos títulos y que funcione más como el mercado internacional, que fluctúa en función de las condiciones mundiales”.
Según la experta, en un contexto en que se observa un incremento en las tasas de interés, se podría aprovechar para que nuevos jugadores incursionen en el mercado. “Los emisores, seguramente se van a ver afectados por las tasas de los créditos que también van subiendo.
Entonces, el beneficio de entrar al mercado de capitales como un medio de financiamiento alternativo hace que las tasas puedan fijarse por un plazo mayor; y si el pago de amortización es al vencimiento, las empresas pueden disponer de flujos que no tendrían para reinvertir en su mismo negocio o mejorar sus costos financieros”.
Según San Román, los recientes aumentos de la Tasa Líder de Política Monetaria han tenido efectos en todos los instrumentos del mercado de valores, principalmente de junio a diciembre.
“Guatemala es un país con bastante riqueza y lo que hay que hacer es que estos agentes sean el enlace entre quien emite y los interesados en invertir; hay que ir por ellos, porque si no, van a buscar dónde hacerlo, como ya está sucediendo” agregó Robles.
La experta agregó que un aspecto importante para el desarrollo del mercado bursátil nacional es que las empresas estén dispuestas a relevar más su información financiera, como sucede en los mercados desarrollados y en otros de la región que son más dinámicos, como Panamá, Costa Rica y El Salvador.
Lo que se ha hecho
San Román explicó que desde la BVN se ha impulsado diferentes figuras que podrían ayudar a la madurez del mercado nacional, como el impulso de procesos de estandarización de las emisiones y ampliar la base de inversionistas de cada emisión.
“De hecho, al final de año pasado se empezó a armar la primera emisión con un sindicato de colocación para tratar de llegar al mayor número de inversionistas”. Esta figura se refiere a un grupo de colocadores que vende conjuntamente una nueva emisión de valores, y se esperaría que esa nueva modalidad de negociación se lance en los próximos meses.
Por aparte, desde el año pasado se aprobó la normativa de valores temáticos, lo que favoreció el lanzamiento al mercado de la primera emisión por US$25 millones de acciones con la etiqueta de “vinculación a la sostenibilidad”.
También está el proceso de democratización de la deuda pública y cada año han aumentado los montos adquiridos por pequeños inversionistas. “En 2021 se colocaron Q100 millones de los títulos emitidos por el Ministerio de Finanzas, y en 2022 se lograron Q150 millones”, señaló.
Según San Román, otro esfuerzo importante se refiere a la necesidad de reformas a la Ley del Mercado de Valores, a fin de que permitan un mayor desarrollo del mercado. “Es algo en lo que hemos estado trabajando en los últimos dos años y se tiene un anteproyecto de ley que contempla nuevas figuras y productos, acompañados de la adecuada regulación del mercado de valores”, explicó.
Las perspectivas para los próximos años es que nuevos actores puedan acceder al mercado de capitales, ya que se ha visto interés, específicamente ente los miembros del sistema financiero, que pueden financiar parte de sus operaciones con valores, concluyó.
Cierre favorable
Según la BVN, en 2022 el mercado primario de títulos privados registró un incremento de aproximadamente 19% de los volúmenes, al cerrar el año con un monto negociado de Q3 mil 375.49 millones. Se trata de títulos emitidos por las empresas privadas y títulos de deuda que pueden ser expresados tanto en quetzales, como en dólares.
El saldo en circulación de esos títulos privados durante el año pasado se incrementó un 10% y cerró con un monto de Q2 mil 500 millones.
Los títulos privados expresados en quetzales, pero negociados en dólares, sumaron el año pasado Q262 millones (Q288 millones en 2021); mientras que en el mercado secundario, el monto negociado alcanzó los Q2 mil 392.27 millones. “Es una evolución favorable, si lo vemos respecto al 2021, cuando negociaron cerca de Q2 mil millones, lo que, en términos generales, demuestra que este mercado tiene potencial”, refirió el gerente de la empresa.