En su informe, la Usac indica que esos indicadores son una evidencia del ?drama social de las personas que buscan trabajo sin encontrarlo?.
El estudio del IIES hace referencia a la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, cuyo dato de desempleo equivale al 1.9 por ciento de la Población Económicamente Activa, PEA, la cual es de 4.2 por ciento.
De acuerdo con los analistas, ?esta cifra es muy pequeña y no refleja la realidad económica del país?.
Carlos Mancía Chúa, director técnico del Programa de Mejoramiento de Encuestas de Hogares sobre Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, reconoce que los índices de desempleo abierto han sido siempre bajos.
Sin embargo, el funcionario afirmó que ?el indicador sería mayor si se tomara en cuenta a la población cesante, la aspirante y el desempleo oculto?.
Asimismo, Jorge Lavarreda, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, Cien, señaló que los datos oficiales de la encuesta de gastos están bien documentados, y que este indicador es sólo el que reporta el desempleo abierto; no incluye empleo informal, subempleo y a aquellas personas que están en edad de trabajar.
?Lo que sucede muchas veces es que la no existencia de estadísticas recientes, con todos los parámetros de medición necesarios, tienden a confundir la interpretación de los datos existentes?, explicó.
Salario insuficiente
El estudio del IIES hace énfasis, además, en el deterioro constante del salario real, tomando como base la escasa capacidad de compra del trabajador.
En este sentido, la evaluación revela que si bien los salarios nominales mínimos agrícolas y no agrícolas para el 2002 son de Q1,075 y Q1,150, respectivamente, el trabajador solamente puede adquirir el 47.9 por ciento de la canasta básica vital y un 87.5 por ciento de la canasta básica de alimentos.
Consecuencias del sistema
Eduardo Velásquez, candidato a decano de la Facultad de Ciencias Económicas 2002-2006 de la Usac, explicó que el número total de trabajadores empleados en el mercado formal y cotizantes del IGSS es demasiado pequeño e insuficiente.
?Tomando en cuenta que una familia promedio guatemalteca está integrada por 6 personas, no conseguimos, ni siquiera, que la mitad de la población esté vinculada a estos ingresos?, consideró.
Economía en problemas
El acelerado crecimiento urbano, el deterioro de algunas actividades productivas y la recesión económica ocasionan una profunda crisis.
Tomando en cuenta los datos proporcionados por diversas entidades, sólo el 22 por ciento de la PEA cotizante al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS, está empleada formalmente.
Según datos de la Secretaría General de Planificación Económica, Segeplan, el total de trabajadores que cotizan en este instituto superó los 920 mil durante el 2001.
Altos y bajos
En el estudio titulado ?Problemas estructurales de la economía de Guatemala 1950-2000?, elaborado por Velásquez, la agricultura tuvo una drástica caída, pasando del 50 por ciento del empleo formal total en 1975, al 26 por ciento en 1995 y 2000.
Sin embargo, se evidenció una compensación en las ramas del comercio, los servicios y la industria manufacturera por la baja en las actividades del agro.