Luego de haber realizado un proceso de exploración en los países de Centroamérica, la compañía colombiana confirmó una inversión inicial para Guatemala de US$10 millones (Q77 millones) para dos áreas de producción: textil y confección.
Al igual que esta firma, hay otras en proceso de exploración analizando las ventajas del clouster textil (integración en la cadena de producción), las que podrían confirmarse en los siguientes meses, según fuentes de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex) que recientemente realizó el Apparel Sourcing Show, donde se oficializó esta inversión.
Los planes
Julio César Spataro, gerente general de la firma Spataro Napoli, empresa colombiana de la confección radicada en Cali, explicó a Prensa Libre que la compañía vio una oportunidad en Guatemala para crecer en el mercado de camisas de tejido plano, con el objetivo de exportar hacia Estados Unidos y ya se había analizado Honduras, El Salvador y Nicaragua, pero con todo el soporte técnico de la industria y el acompañamiento de Vestex, se decidieron por Guatemala.
La introducción en el mercado guatemalteco de Spataro Napoli incluirá una alianza con un socio guatemalteco del mismo ramo y posiblemente con otro grupo colombiano de la confección.
Sobre el desglose de la inversión, declaró que la mayoría corresponde a la parte textil y otro porcentaje para la parte de costura, por lo que en el programa preliminar de negocios está la creación de unos 700 empleos en el segundo año dos de operación y 50 más para la parte textil.
Los planes de producción parten de 300 mil camisas anuales, lo que significará un promedio de 25 mil prendas mensuales, para luego subir a 50 mil mensuales en enero de 2024 (segundo año), 75 mil mensuales en abril y 100 mil a partir de julio del 2024. La meta es de tres millones de prendas hacia el 2026.
La compañía ya comenzó su proceso de formación legal, la adquisición de maquinaria y el arriendo de una bodega, para tener listo el montaje de la línea de producción en julio de este año.
Factores de peso
Al preguntarle por los factores que pesaron para decidirse por Guatemala, el directivo declaró que fueron “la estabilidad política, mano de obra calificada y disponibilidad, costo-país en números razonables y precio de la energía. En Colombia, en enero de 2022 tuve la disponibilidad de buscar 200 operarios, pero solo encontré 17 durante 15 meses por los subsidios”, explicó el empresario.
En Colombia, se empieza a observar una escasez de personal, asociado a los programas estatales de subvenciones y hay dificultad de encontrar personal calificado para la industria
Además, dijo que se tomó en cuenta otro aspecto, asociado al TLC entre Colombia y Estados Unidos, el cual obliga a que el hilo y la tela sean colombianos para cumplir las reglas de origen y en la actualidad hay un precario abastecimiento de hilo. “Mientras que el TLC entre Centroamérica y EE. UU., es mucho más ventajoso en cuanto a la parte textil, pues permite importar telas”.
Entonces, remarcó que la idea es invertir en Guatemala, producir las camisas y exportarlas hacia el mercado de Estados Unidos sin aranceles (impuestos de importación). “Por la situación política en Colombia, cada vez será mayor el apetito por el TLC Centroamérica-EE. UU., y esta es la punta del iceberg”.
Otros sectores interesados
El directivo manifestó que otros empresarios colombianos también están explorando las posibilidades de invertir en Guatemala, aunque ya se encuentran instalados en Honduras y El Salvador.
“Guatemala está de moda por la estabilidad política, costo-país, soporte técnico, y los diferentes programas de Estados Unidos para que la gente no migre hacia Norteamérica. También está el compromiso de que algunas marcas trasladen su producción de Asia a Guatemala, más que a Centroamérica, y es el camino correcto”, consideró.
Jorge Jiménez gerente general de Teleprocesos S.A., que es una fábrica textil en Medellín, Colombia, especializada en la fabricación de forros de bolsillo para pantalón y otras prendas de tejido plano, confirmó que la industria ha analizado a Guatemala como opción para el mercado de confección, ya que, en los últimos 15 años, se ha reducido el personal calificado en su país, por lo que deben buscar otras regiones para ofrecer a sus clientes de exportación el paquete completo y con telas confeccionadas.
Teleprocesos S.A., cuenta con una planta en Medellín y busca la manera de replicarla en Guatemala con automatización y módulos de producción de hasta 70 toneladas de tela y suministrar sus productos a Spataro Napoli o a otros confeccionistas.
“Queremos apoyar a una planta más cercana para tener más inmediatez de despacho y buscamos alianzas para poder brindar confianza al comprador en Estados Unidos”, puntualizó.
Inversión local
Sissel Morales gerente comercial de la firma guatemalteca Bons Textiles, también informó que ya cuenta con una bodega en la zona 12 de la ciudad capital, aparte de que se está construyendo una tejeduría y una tintorería en Palín, con una inversión de unos US$2 millones (Q15 millones) que son iniciales, pero con planes de crecimiento.
Aunque la fábrica no es de grandes dimensiones, su plan es la competitividad porque se encontró un mercado local que no es atendido y esa es la apuesta, aunque ya exportan.
Colombia, segundo inversionista
según las cifras de la inversión extranjera directa (IED) que ingresó a Guatemala durante 2022, Colombia ocupó el segundo lugar con US$254.2 millones, después de Estados Unidos (US$261.3 millones).
La actividad más importante de inversión colombiana se concentra en el sector financiero y de servicios con US$221 millones, pero también hay capital en industria manufacturera (US$10.4 millones); suministro de electricidad, agua y saneamiento (US$7.7 millones); comercio y reparación de vehículos (US$4.6 millones).