Economía

En salarios, subsidios y pago de deuda se gastó la mayor parte del presupuesto aprobado para el 2022

De los Q112 mil 939 millones que el Congreso aprobó para gastos del Estado durante el 2022, quedó un saldo de Q4 mil 353.8 millones que no se aprovecharon.

El Ministerio de Comunicaciones tuvo una ejecución del 89% en 2022 a pesar de haber recibido una ampliación presupuestaria. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El Ministerio de Comunicaciones tuvo una ejecución del 89% en 2022 a pesar de haber recibido una ampliación presupuestaria. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las ampliaciones al Ministerio de Comunicaciones y el paquete de subsidios estatales a los productos energéticos, son algunos de los rubros que destacan en la ejecución del gasto público en 2022, que cerró en Q108 mil 585 millones.

En un año caracterizado por una alta inflación no observada desde hace 14 años, la respuesta que se brindó por medio de un pliego de subsidios y las ampliaciones presupuestarias para el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) que aprobó el Congreso, el ejercicio fiscal 2022 cerró con una ejecución del 96.14 por ciento alcanzando los Q108 mil 585 millones.

Del 1 de enero al 31 de diciembre del año recién pasado, según el Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental (Sicoin), el monto no ejecutado fue de Q4 mil 353.8 millones, del presupuesto vigente (total) por Q112 mil 939 millones, ya que el Legislativo aprobó ampliaciones presupuestarias por Q6 mil 710 millones, sobre la asignación inicial de Q106 mil 229 millones.

Para funcionamiento, que incluye pago de salarios, insumos, compra de equipo y enseres, se destinaron más de Q75 mil millones (70%); para inversión, alrededor de Q18 mil millones (16%); y para pago de deuda pública, Q15 mil millones (13%).

El saldo no ejecutado se traduce en la no prestación de bienes y servicios por parte del Estado a los ciudadanos (por esa cantidad), a pesar de que a noviembre pasado se había reportado una recaudación tributaria, también extraordinaria, que superaba la meta establecida, en unos Q10 mil millones.

 

Desglose

A comparación del 2020 y 2021, cuando el presupuesto se enfocó en atender la emergencia sanitaria, el año recién pasado parte del gasto se reorientó hacia programas de apoyo temporal por el alza del precio del petróleo en el mercado internacional (como subsidios al gas propano, al galón de gasolina superior, regular y diésel y a la tarifa de energía eléctrica), así como para atender obras de infraestructura a cargo del CIV.

De los Q108 mil 585 millones del monto total del gasto, la mayoría de los ministerios logró una alta ejecución, pero según analistas consultados, un alto porcentaje de gasto no necesariamente significa una “eficiente ejecución”, ya que persisten la opacidad y la falta de la calidad del gasto.

Por ejemplo, el Ministerio de Educación (Mineduc) tuvo el monto más alto con Q19 mil 845 millones, para alcanzar el 98.33%, y el mayor porcentaje se destinó para funcionamiento, es decir para el pago de salarios a los maestros y para cubrir otros compromisos acordados con la dirigencia magisterial.

El segundo rubro más importante de gasto en 2022 se destinó a servicios de la deuda pública por Q15 mil 132 millones, con una ejecución del 98.83%, lo cual significa que Guatemala honró los compromisos con sus acreedores, tanto locales y externos.

Mientras que el Ministerio de Salud tuvo un gasto de Q10 mil 858 millones, con 93.22% de ejecución, y una disminución de Q1 mil millones; y el CIV, reportó un gasto de Q8 mil 983 millones, con una ejecución del 89.53% que es una de las más bajas, aunque tuvo un presupuesto de Q10 mil 34 millones.

Ese ministerio recibió una ampliación de Q4 mil 631 millones, según el Sicoin, que incluye un monto de Q3 mil 239 millones amparados en la “Ley para Fortalecer el Mantenimiento y Construcción de Infraestructura Estratégica”.

Sobre esto, el analista Ricardo Barrientos criticó que hoy se confirma la advertencia de que muchos proyectos a ejecutarse por medio de ampliaciones presupuestarias no contaban con los estudios de prefactibilidad, aparte de que se observa un problema muy grave de capacidad de ejecución; “luego está la sombra de la corrupción, ya que para 2023, los recursos no ejecutados en el ejercicio pasado, se pueden gastar en el año electoral”.

A su criterio, hay un incentivo muy perverso al no concluir las obras en 2022, sino terminarlas en el 2023, con fines electoreros.

En cuanto al Ministerio de Gobernación, reportó un gasto de Q5 mil 894 millones (97.15%); el Ministerio de la Defensa, Q3 mil 420 millones, para una ejecución del 99.9%; y la cartera de Energía y Minas, erogó Q2 mil 864 millones (99.28%), que en su mayor parte se destinaron a cubrir el subsidio al cilindro de gas propano por Q0.80 la libra; el galón de gasolina super y regular (Q5), para el diésel (Q7 y Q5); y para la energía eléctrica.

En tanto que para el rubro de Obligaciones a cargo del Tesoro, el monto fue de Q33 mil 421 millones, cerrando con una ejecución del 95.88%. El saldo por pagar quedó en Q304 millones, que tendrá que liquidar en los siguientes 15 días.

El Ministerio de Cultura y Deportes reportó la menor ejecución de todos, con 88.17% por un monto de Q555.39 millones, según el reporte del Sicoin.

Para el 2023, el Congreso aprobó un presupuesto de Q115 mil 443 millones, que es la cantidad a ejecutar en el último año de la gestión del presidente Alejandro Giammattei Falla.

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