Recinos conversó con Prensa Libre, y brindó una lectura de lo que ocurrió en el primer mes del 2021, el comportamiento en el año, así como las medidas a desarrollar.
¿Cómo hay que interpretar el ritmo inflacionario, que se situó en 5.24% a enero?
La inflación como se dio a conocer por el INE fue de 0.15% en enero de 2021, lo que elevó al ritmo inflacionario a 5.24%, y recordemos que en diciembre cerró en 4.82%.
Aquí hay que hacer algunas consideraciones, y la primera es que, en enero del 2020, la inflación fue negativa (-0.24%), entonces hay un efecto aritmético de alguna manera, porque la inflación de enero de 2021 de 0.15% no es tan grande, pero el ritmo sí se fue arriba del 5%, que es la meta establecida por la Junta Monetaria.
Creemos que este comportamiento será temporal, y mantenemos la estimación de que la inflación estaría cerrando alrededor de 4.5%, dentro de la meta establecida por la JM. Así que creo, que no es de alarmarse.
¿Qué más incidió?
Recordemos que hay un tema en la división de alimentos, y hay un rezago, en parte, por las tormentas de finales de octubre y noviembre, que afectaron unos productos agrícolas.
Entonces, en ese sentido, la inflación de enero está recogiendo eso, más el incremento de las gasolinas y combustibles. En lo que va del año ha aumentado alrededor del 7% el precio del petróleo.
Con este insumo se espera que seguirá aumentando, pero no debiera ser en una gran magnitud, pero definitivamente esto impactará en la inflación de este ejercicio.
¿Cuál es el mensaje a los agentes económicos?
La inflación es parte de lo que sucede en la economía, y le reitero que es un efecto temporal. Recuerde, además, que el precio del petróleo estuvo bajando en los años pasado y antepasado, entonces ahora sube, y es un precio libre que se determina por la oferta y demanda.
Así como hay bajas que van a favorecer a la población en algún momento, también hay otros momentos cuando se dan alzas, van a impactar al que consume los derivados.
Pero, en todo caso, esta aceleración de la inflación que se tuvo en enero se va a ir corrigiendo, y la política monetaria va a estar muy atenta a que no se den incrementos (por encima) de los aceptables, o sino habrá que accionar con medidas de política.
Los productos que impactaron la inflación en enero fueron papa, tomate, tomate, maíz, productos de tortillería, que de alguna manera fueron impactados por estas tormentas y lo que es gasolina superior, servicio de bus por el tema de la pandemia y los aforos que han provocado que las tarifas aumenten.
La gasolina regular también subió, pero hay otros productos como el aguacate, algunas frutas, legumbres y huevo que tuvieron bajas.
Al final, hay productos que suben y productos que bajan, y en esta oportunidad, la inflación de 0.15%, no fue grandísima, pero cuando uno observa el ritmo se eleva un poco. Hay que tomar en cuenta que fue afectada por la caída de la inflación de enero de 2020, que fue buena para la población, pero que está distorsionando el dato de este enero.
Consideramos que la inflación estará convergiendo a valores cercanos a valores del 4.50% en los próximos meses.
¿Qué papel juega la política monetaria?
Es de reaccionar siendo más restrictiva cuando la inflación va subiendo, y lo que quiere decir es que, si la inflación va al alza y el banco central reacciona con aumento en la tasa de interés, esto hace a su vez que la tasa de interés activa -la de préstamo del sistema bancario- también aumente, y en la medida que aumenten, encarece el crédito y la demanda va reduciéndose.
Entonces al haber menos crédito y menos demanda, impacta el crecimiento económico, y eso es lo delicado, cuando (la política) tiene que ser más restrictiva, impacta a la baja la inflación, pero también golpea el crecimiento económico.
A la inversa, cuando la inflación es baja, el banco central se puede dar el lujo de ir haciendo más flexible o laxa la política monetaria, y significa una baja en la tasa de interés, que fue lo que ocurrió el año pasado, con una inflación baja. (Cuando) la pandemia afectó el crecimiento económico, la JM decidió bajar la tasa líder en 100 puntos básicos para impactar la tasa activa hacia la baja y que se abaratara el costo del crédito para estimular la producción y el crecimiento productivo, aunque con un rezago se esperaría que la inflación estuviera subiendo.
Eso es lo delicado del manejo de la política monetaria, hay que ver el momento adecuado, en la manera que la inflación esté controlada, pero que no impacte el crecimiento económico y hay que buscar un equilibrio entre un crecimiento del PIB y empleo que sean adecuados y una inflación que sea aceptable.
En economías pequeñas y en desarrollo, como la de Guatemala, siempre habrá inflación porque si uno pretende reducirla demasiado, lo que hace es reducir el crecimiento económico, y hay que buscar ese balance. En los últimos cinco años, la política ha sido flexible, bajando la tasa de interés líder, pero siempre manteniendo bajo control la inflación.
Hay otros instrumentos como las operaciones de mercado abierto que también se utilizan más intensivamente o no, dependiendo de cómo van evolucionando la inflación y la liquidez en la economía.
¿Podría tomarse una medida en este tema en la próxima semana?
La JM sesiona el 17 de febrero, y es la primera reunión de revisión de la tasa de interés líder, pero este viernes 12 de febrero en el Comité de Ejecución, hacemos un análisis y balance del riesgo de inflación, y de ahí se hace una recomendación técnica, pero en este momento no le puedo decir cuál será la recomendación.
Consideramos que es una situación temporal, y una sobre reacción también no es bien vista. Hay que esperar dos meses más, y si la inflación sigue aumentando y persiste, habrá que tomar medidas contraactivas aumentando la tasa.
Pero, si la inflación se reduce tal como los cuerpos técnicos lo prevén, la postura de la política puede continuar; recordemos que la pandemia sigue, y el crecimiento previsto para 2021 es de 3.5%, que es un crecimiento aceptable y no hay que sobrereaccionar. Estamos a la espera de cómo será el plan de vacunación, pero siempre hay riesgos a la baja.
¿Cuál es el escenario del petróleo y sus derivados?
En este momento, lamentablemente los escenarios están apuntando hacia el alza, pero no en una forma demasiada pronunciada.
Una de las razones es que la Opep (Organización de Países Exportadores de Petróleo) redujo la cuota de producción, provocó una menor oferta y la demanda viene aumentando y, por supuesto, los precios.
Los expertos dicen que Arabia Saudita no aguantará esa presión y que es probable que aumente la oferta de producción en los próximos días, y que quizá el precio se estabilice.
La estimación de cierre en 2021 es de US$48.50, pero estamos en US$39.40 en promedio en 2020.
Al 2 de febrero, el aumento era del 12.86% en el precio del petrolero, que ahora anda por los US$54.76, y en el escenario pesimista o sea más alto sería de US$66.
En todo caso, este precio lo observamos en diciembre del 2017, regresando a esos niveles, pero mucho menos a los del 2013 y 2014 que llegó a los US$100.