El pasado 5 de enero, días antes de asumir su cargo en la Casa Blanca, Trump tuiteo “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para producir automóviles Corolla para EE. UU. ¡DE NINGUNA MANERA! Construya la planta en EE. UU. o pague un gran arancel aduanero” .
El tuit es similar a los que han recibido los tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses, General Motors (GM) , Ford y Fiat Chrysler (FCA) , con lo que Trump amplió la guerra más allá de los llamados Tres Grandes de Detroit para abarcar a empresas extranjeras que operan en Estados Unidos.
Ahora que el jefe de Estado consiguió concesiones por parte de los Tres Grandes de Detroit, especialmente Ford que canceló la construcción de una planta de montaje en México valorada en US$1 mil 600 millones para aplacar al presidente, los fabricantes extranjeros se preparan para ser el próximo objetivo.
Aunque Trump ha atacado sin descanso a GM, Ford y FCA, los fabricantes estadounidenses no son los mayores productores de vehículos en México. Ese puesto lo ocupa el fabricante japonés Nissan.
Nissan cuenta con tres plantas de montaje en México: una en Cuernavaca, donde se producen furgonetas como la NV200 y los autos Versa y Tsuru, y dos en Aguascalientes, dedicadas a la producción de los modelos Versa, Sentra, March, Note y Kicks.
En total, el fabricante japonés produce más de 800.000 vehículos al año en México y exporta poco menos de la mitad de ellos a Estados Unidos.
En 2016, Nissan vendió en Estados Unidos algo más de 1.5 millones de vehículos de las marcas Nissan e Infiniti por lo que casi una tercera parte de los vehículos vendidos fueron importados de México.
Además, Nissan y la alemana Daimler han firmado un acuerdo para producir hasta 300 mil vehículos de las marcas Infiniti y Mercedes-Benz en Aguascalientes, todos ellos para su exportación a Estados Unidos, a partir de este año.
De momento la respuesta de Nissan a la amenaza de un arancel aduanero del 35 % a los vehículos exportados desde México a Estados Unidos ha venido directamente de su presidente, Carlos Ghosn.
El pasado 20 de enero, en la ciudad suiza de Davos, Ghosn declaró que Nissan, como el resto del sector, se “adaptará” a las normas que imponga Trump.
“Si la administración de Estados Unidos te dice si quieres vender automóviles en nuestro país tienes que producirlos en nuestro país, lo vas a hacer” , añadió Ghosn.
Nissan ha destacado en los últimos días que tiene más de 22 mil empleados en Estados Unidos y que en 2016 produjo 1 millón de vehículos, la primera vez en su historia que llega a esa cifra, en las plantas que tiene en el país.
Listado largo
Además de GM, Ford, FCA, Toyota y Nissan, la lista de fabricantes que producen vehículos en México para exportar a Estados Unidos es larga y creciente. Desde 2011, Mazda, Honda, Volkswagen y Hyundai-Kia han puesto en marcha nuevas plantas de montaje en el país.
BMW, Volvo y Toyota tienen previsto la entrada de nuevas instalaciones en 2018 y 2019.
Los directivos de Hyundai-Kia (Kia empezó a producir vehículos en México el año pasado y Hyundai empezará el montaje este año) han reconocido que están preocupados por las amenazas de Trump y están trabajando en una variedad de escenarios para responder.
Parte de ese plan fue el anuncio a mediados de enero por parte de Hyundai que aumentará sus inversiones en Estados Unidos en 3.100 millones de dólares en los próximos cinco años.
Mientras, todos los fabricantes extranjeros están esperando que Trump les convoque a la Casa Blanca como el presidente estadounidense lo hizo el 24 de enero con los responsables de GM, Ford y FCA para explicarles sus planes para el sector.