En primer lugar, el contexto reciente y de mucha importancia para Guatemala como los efectos del potencial proteccionismo anunciado por la nueva administración de los EE. UU. (miembro del Acuerdo) requiere cuidar con mayor esmero las relaciones comerciales, es decir cumplimiento de las reglas de los acuerdos comerciales con nuestros principales socios comerciales.
Asimismo se trata de un espaldarazo muy fuerte y oportuno al Sistema Multilateral de Comercio, especialmente en un momento donde seguramente veremos la proliferación de acuerdos bilaterales de comercio.
Por otro lado, la implementación del Acuerdo puede significar una reducción de hasta 14% en los costos asociados al comercio internacional. ¿A quién no le gustaría que le incrementaran su salario un 14% o aumentar sus ventas de un día al otro por ese porcentaje sin hacer otra cosa que cumplir con ciertos compromisos?
El otro beneficio por si mismo lo tiene el Acuerdo, ya que en sus 12 artículos prevé mejorar la previsibilidad, transparencia, y un ambiente menos discriminatorio. Tal como anuncia la propia OMC “Las disposiciones del AFC incluyen mejoras en la disponibilidad y la publicación de información sobre los procedimientos y las prácticas transfronterizos, mejores derechos de recurso para los comerciantes, menores tasas y formalidades en relación con la importación y la exportación de mercancías, procedimientos de despacho más rápidos y mejores condiciones para la libertad de tránsito de las mercancías”.
El Congreso de Guatemala , recientemente aprobó el Acuerdo y se espera que pronto sea ratificado en la OMC. Todos los países centroamericanos ya lo han ratificado previamente.
Tal vez de la sensación que tendremos más de lo mismo. Un exportador al mercado hondureño me comentaba que le daba igual si teníamos algo que se llame Unión Aduanera, Integración profunda o tratado comercial, lo que quiere percibir el empresariado y el consumidor es gastar menos tiempo en los cruces fronterizos, que el pago de impuestos sea electrónico y sencillo, y que se unifiquen y automaticen registros para evitar hacer los trámites en ambos países.
En esta línea el Grupo del Banco Mundial se encuentra desarrollando desde el 2015 Proyecto Regional de Apoyo a la Implementación del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC en Centroamérica, que proporciona asistencia técnica para que los países implementen reformas que faciliten el comercio intrarregional e internacional.
Concretamente el Proyecto del BM está brindando asistencia técnica a ambos países –Guatemala y Honduras- en el desarrollo de aplicaciones informáticas que posibilitarán el uso de la Factura y Declaración Única Centroamericana (FYDUCA), manuales de procedimientos, capacitación, y con el apoyo de USAID y una alianza con la SIECA, creó una plataforma para que se reconozcan los registros sanitarios en toda Centroamérica. El tiempo y costo relacionado para hacer registros sanitarios en cada país de la región puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza y un elemento de discrecionalidad y fuente de corrupción.
Tanto el Acuerdo de la OMC como el Protocolo Habilitante de Integración más profunda entre Guatemala y Honduras tienen el mismo reto, que funcionen, que sean útiles y descongestionen los cruces fronterizos. La decisión de habilitar Corinto-Entre Rios como aduana integrada será la primera muestra tangible del proceso.