Según el FMI, la nueva previsión se basa en el bajo crecimiento del primer trimestre, “en particular en Estados Unidos, y en las perspectivas menos optimistas de varios países emergentes”, entre ellos Brasil, que revisa constantemente a la baja sus propios pronósticos.
En Estados Unidos, que representa un cuarto del PIB mundial, el riguroso invierno frenó la actividad económica y condujo en el primer trimestre a la mayor contracción económica en cinco años.
El FMI se refiere a un crecimiento estadounidense “decepcionante” de 1.7% en el 2014, una caída de 1.1 puntos respecto de la previsión de abril.
“Esto es algo que ya pasó”, relativizó, sin embargo, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard. Otro motor de la economía global, China, vio su demanda interna disminuir “más de lo previsto”, indicó el FMI, que revisó a la baja de 0.2 puntos su previsión de crecimiento para el país a 7.4%.
“En otro orden, los problemas geopolíticos se agravaron desde abril: los riesgos de una disparada del petróleo crecen por los acontecimientos recientes en Medio Oriente y los vinculados con Ucrania que persisten”, señaló el organismo.
Irak está en situación de inestabilidad por una insurrección islamista y la crisis en Ucrania se agravó con el derribo de un avión malasio de pasajeros.
Rusia va a pagar un precio caro por la crisis ucraniana, con un crecimiento de apenas 0.2%, según el Fondo, que señala que “la actividad se desaceleró claramente” en el país y “la caída de la inversión se prolongará”.
La zona euro crecerá 1.1%, una previsión que permaneció sin cambios y se prevén estancamientos en países avanzados.