“He pedido que se deje de poner en venta libre el Roundup de Monsanto”, gigante estadounidense de biotecnología agrícola, anunció la ministra.
El Roundup volvió a estar en el centro de la actualidad después de que, en marzo, el glifosato, su principio activo, fuera calificado como cancerígeno “probable para el hombre”, pese a que las “pruebas son limitadas”, por el Centro internacional de investigación sobre el cáncer (CIRC) con sede en Lyon (centro-este de Francia) .