La enfermedad no está en Guatemala, sin embargo, se mantiene una cuarentena en los puertos y aeropuertos.
A escala centroamericana, también se emitió una alerta para el sector público y privado, por la capacidad de destrucción para las plantaciones.
Álvaro Boche, delegado en Izabal del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), precisó que el hongo es destructivo, que marchita las plantaciones de musáceas permaneciendo en el suelo hasta por 30 años, atacando las raíces del plátano y banano.
Es decir, la enfermedad es mortal para este tipo de productos.
Más simulacros
El simulacro es parte de las recomendaciones que emitió el pasado 17 de julio el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) y que consisten en acciones preventivas.
Otros ejercicios similares se programaron en la aldea Entre Ríos, Puerto Barrios, al igual que en fincas de Omoa, Honduras (fronterizo con Izabal), que son áreas productoras de la fruta y que la economía local depende de esas cosechas.
En lado de la Costa Sur también se programaron simulacros entre el Maga y los productores en el área de Tiquisate, Escuintla, para en septiembre.
Autoridades portuarias de Izabal confirmaron que también se reforzó la fumigación de contenedores en los puertos y se actualizaron los controles fitosanitarios de toda mercadería vegetal sujeta a importación.
Medidas preventivas
Mario Yarzebski, gerente de comercialización de la agroexportadora Palo Blanco, indicó que luego de la confirmación de las autoridades colombianos se han adoptado varias acciones.
El objetivo es mitigar el riesgo de que la enfermedad se propague en Centroamérica.
“Es un riesgo alto porque la espora es muy resistente, afecta a la tierra, se puede transmitir por agua y es algo muy vulnerable para la región ante un virus que es muy agresivo y un efecto destructor en el tiempo”, afirmó.
Yarzebski confirmó que dentro de las medidas se está adoptando el control del ingreso de las personas a las fincas, puestos de limpieza, control de vehículos, y la restricción del acceso a personas ajenas, como vendedores, proveedores de servicios y que son ubicados en otras áreas.
“El riesgo es muy alto y se están adoptando fuertes medidas”, aseveró.
El directivo comentó que la enfermedad tarda unos seis meses para que un cultivo pueda estar afectado y los síntomas y ese período es lo más grave.
Reconoció que existe coordinación con el Maga y con el cambio de gobierno se mantengan los controles.
Cultivo importante
Yarzebski dijo que una de las implicaciones de esta enfermedad es que se presentaría un nuevo ciclo agrícola, en la función de que como puede afectar en el tiempo.
Recordó que Guatemala ha vivido ciclos agrícolas en el pasado como del algodón a caña, de caña a palma y son ciclos normales.
El reto para el empresario y el productor es adaptarse al cambio ante estos ciclos y este caso del Fusarium R4T es una amenaza real, que preocupa, que tendría implicaciones en las exportaciones y en el producto interno bruto no solo del país, sino de toda Latinoamérica.
Los principales productores de banano de la región están Colombia, Ecuador, Costa Rica, Honduras y Guatemala, que es un eficiente productor que mantiene un principal volumen en la región.
En el primer semestre del año, las exportaciones de banano de Guatemala fueron de US$417 millones, con un crecimiento del 8.6% es decir US$33 millones más, con relación al mismo período del 2018.
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