Según las empresas importadoras, aglutinadas en la Gremial de Energía e Hidrocarburos, la reforma a la ley mencionada, que obliga la venta de combustibles a 60 grados Farenheit en las gasolineras, incrementaría los costos de importación, logística y administración.
Estos, según un comunicado de prensa divulgado ayer, se trasladarían al bolsillo del automovilista, pues las gasolineras deberán asumir mayores inversiones también.
Tendencia contraria
Aunque el Ministerio de Energía y Minas, MEM, anunció la semana anterior una reducción en los precios de las gasolinas a partir de la segunda semana de diciembre, dos medidas gubernamentales amenazan esta tendencia.
La primera, fue un aumento en el impuesto de importación de gasolinas de 10 a 15 por ciento. La segunda, los cambios a la Ley de Hidrocarburos. Ambas medidas afectan a las importaciones.
Según el documento de la Gremial, el cambio en la ley, trae consigo una serie de controles, procesos administrativos y aumento en el monto de los impuestos por galón, además de una mayor dificultad en la fiscalización del volumen real vendido.
?La venta del combustible bajo estas condiciones no va a tener ninguna ventaja al consumidor, por el contrario la implementación de la medida producirá mayores costos y estos afectarán directamente al automovilista?, indicó la dicha Gremial.
Efectos negativos
En opinión de los empresarios de la Gremial, la modificación tendrá una serie de efectos negativos para el país.
?Se pone en desventaja de costos a Guatemala frente al resto de Centroamérica y con esto perderemos la ventaja competitiva que ha tenido gracias al mantenimiento de un mercado libre y competitivo?, consideraron.
No fue posible obtener la opinión de los funcionarios del MEM.